- El lanzamiento de la actualización KB5062660 introduce nuevas funciones, mejoras de IA y la pantalla negra de la muerte.
- Microsoft ha reconocido y corregido errores recientes de inestabilidad y rendimiento en la versión 24H2.
- La recuperación rápida y nuevas opciones de configuración ya están disponibles para muchos equipos.
- El soporte para Windows 11 22H2 finaliza en octubre de 2025; se recomienda migrar a 24H2.

Durante las últimas semanas, las actualizaciones de Windows 11 han sido tema de conversación por su impacto en la experiencia de usuario, tanto en mejoras como en errores inesperados. Con la aparición de la versión 24H2 y el despliegue de la actualización opcional KB5062660, se han producido cambios notables en el sistema operativo de Microsoft, desde nuevas funciones impulsadas por inteligencia artificial hasta la implementación de soluciones urgentes para problemas de estabilidad. Todo ello, junto al anuncio del final de soporte para ediciones anteriores, ha generado dudas y expectativas entre usuarios y profesionales que buscan mantener sus equipos al día y seguros.
Este contexto de innovación y ajustes técnicos ha hecho que quienes utilizan Windows 11 estén especialmente atentos a las últimas novedades en actualizaciones y cómo estas afectan al rendimiento, la compatibilidad y la seguridad de sus dispositivos. A continuación, repasamos los detalles clave de los últimos parches, los errores reconocidos por Microsoft y las funciones que marcarán la diferencia en la experiencia digital cotidiana.
Nuevas funciones y parches: lo más destacado de la actualización KB5062660

Microsoft ha comenzado el despliegue de la actualización KB5062660, centrada en la versión 24H2 de Windows 11, que incorpora hasta 29 características y mejoras. Destaca especialmente la llegada global en Europa de la función Recall, una herramienta que registra capturas de pantalla periódicas para facilitar la búsqueda de actividades pasadas. La actualización también trae funcionalidades de inteligencia artificial en aplicaciones como Paint —con generador de stickers y selección inteligente de objetos—, Fotos (con la opción Relight para mejorar la iluminación en imágenes) y la herramienta de recortes, que ahora permite capturas más precisas y una selección avanzada de colores.
Además, los usuarios verán un nuevo asistente en la sección de Configuración alimentado por IA, que facilita la gestión de ajustes del sistema. También se han añadido mejoras en funciones de accesibilidad (como Immersive Reader y Reading Coach), una herramienta de recuperación rápida en fallos graves y la opción de eliminar fácilmente información almacenada por Recall desde el menú de privacidad.
Este parche KB5062660 es de carácter opcional y debe instalarse manualmente mediante Windows Update; no incluye correcciones críticas de seguridad, por lo que muchos usuarios prefieren esperar a su despliegue global previsto para agosto. No obstante, la solución a varios errores recientes está vinculada a la instalación de este parche.
Errores recientes y cómo Microsoft los está abordando

En los últimos meses, numerosos usuarios han reportado problemas de rendimiento e inestabilidad tras aplicar actualizaciones acumulativas, especialmente en la versión 24H2. Entre los incidentes más destacados están errores en la instalación (códigos 0x800f0922, 0x80070002 y 0x800f0991), caídas de FPS en videojuegos populares como Fortnite o CS:GO, bloqueos en la barra de tareas tras suspender y reanudar el equipo, o retrasos en combinaciones de teclas como Alt + Tab. También se han detectado falsas alertas en el visor de eventos relacionadas con Windows Firewall.
En un principio, se atribuyó la mayoría de estos fallos a los controladores gráficos de NVIDIA, aunque Microsoft ha confirmado que el origen estuvo en los parches acumulativos de mayo y junio. Tras reconocerlo, la compañía publicó documentación asegurando que la actualización KB5062660 puede resolver estos problemas. Sin embargo, dado que la actualización es opcional, debe instalarse manualmente hasta que se despliegue de forma general en agosto.
Otra respuesta a estos problemas es la función de recuperación rápida, que permite restaurar el sistema tras errores críticos de arranque, actuando de forma casi automática para reinstalar componentes dañados si hay conexión a internet.
La pantalla negra de la muerte y cambios en la gestión de errores

Uno de los cambios más visibles y prácticos en estas actualizaciones es la sustitución de la tradicional pantalla azul de error por una pantalla negra de la muerte. Esta nueva versión, además de cambiar de color, agiliza la recolección de informes y reduce el tiempo de recuperación ante fallos críticos, pasando de unos 40 segundos a apenas 2. Los detalles y el código de error seguirán visibles en la parte inferior, facilitando el diagnóstico, aunque se elimina el código QR que acompañaba versiones anteriores.
Microsoft asegura que con Windows 11 24H2 se reducen los reinicios inesperados en un 24% respecto a versiones anteriores, y que la gestión de errores es más eficiente y fácil de entender, especialmente en entornos profesionales donde la rapidez en la respuesta resulta fundamental.
Final de soporte de Windows 11 22H2 y recomendaciones para usuarios
El 14 de octubre de 2025 finalizará oficialmente el soporte para Windows 11 22H2 en todas sus ediciones (Home, Pro, Enterprise, Education e IoT). Tras esa fecha, estos sistemas dejarán de recibir actualizaciones de seguridad y mejoras, quedando vulnerables a futuras amenazas. Microsoft recomienda actualizar lo antes posible a la versión 24H2 para mantener la protección y estabilidad del equipo.
Las actualizaciones pueden programarse para evitar molestias, ajustando las horas activas desde las opciones de Windows Update. Aquellos que aún utilicen 22H2 y tengan hardware incompatible con 24H2 deben considerar actualizar sus dispositivos o aceptar la falta de soporte cuando llegue la fecha límite.
Las actualizaciones de Windows 11 continúan introduciendo novedades orientadas a la productividad, seguridad y facilidad de uso, mientras Microsoft reacciona rápidamente ante los errores detectados. La apuesta por la inteligencia artificial, la recuperación eficiente y una gestión de errores más intuitiva refleja la evolución del sistema operativo, pero también invita a la prudencia: siempre es recomendable esperar algunas semanas tras cada actualización para comprobar su estabilidad en equipos críticos.