- Inversión de 800 millones de dólares para dos plantas termosolares de CFE en Baja California Sur.
- 100 MW en su primera etapa y hasta 11 horas de operación continua gracias a almacenamiento térmico.
- Tecnología de torre central con sales fundidas para generar electricidad incluso tras la puesta de sol.
- Construcción en 36-48 meses y beneficio estimado para 100.000-200.000 hogares.
El Gobierno de México ha dado luz verde a dos plantas termosolares desarrolladas por la CFE en Baja California Sur, una apuesta inédita en el país que pretende consolidar la transición hacia generación limpia con una inversión estimada de 800 millones de dólares.
El proyecto se incluye en el Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional y tiene como finalidad reforzar el suministro en una región de alta demanda, al tiempo que contribuye a la meta legal de que el 35% de la electricidad provenga de fuentes limpias para 2030, según explicaron autoridades del sector energético.
Qué se construirá y para qué servirá
Se prevé levantar dos centrales termosolares con capacidad firme en Baja California Sur. En su primera fase ofrecerán 100 MW en conjunto (50 MW por central) con hasta 11 horas diarias de operación continua gracias a almacenamiento térmico. La infraestructura atenderá entre 100.000 y 200.000 hogares y apunta a aumentar la confiabilidad del sistema en una zona con fuerte actividad turística y crecimiento urbano.
La ejecución corre a cargo de la Comisión Federal de Electricidad, con un calendario de obra estimado entre 36 y 48 meses que abarca estudios, ingeniería, licitación y construcción. Dependiendo del emplazamiento definitivo, el proyecto podría ocupar entre 240 y 480 hectáreas, buscando cercanía a líneas de transmisión para optimizar su integración a la red.
Además de aliviar picos de consumo locales, las nuevas centrales respaldarán la estrategia pública de autosuficiencia y seguridad energética, al reducir la dependencia de combustibles fósiles en la generación.
Cómo funcionarán: torre central y sales fundidas
Las plantas utilizarán tecnología de potencia solar térmica de torre. Un campo de espejos móviles (heliostatos) concentrará la radiación del sol en un receptor situado en lo alto de una torre de más de 100 metros, donde se captura y transfiere el calor a un medio de almacenamiento.
Ese calor se acumula en sales fundidas a alta temperatura (en torno a 500–900 °C), que permiten mantener energía térmica disponible para, cuando se requiera, producir vapor que acciona turbinas. Así se genera electricidad incluso al ponerse el sol, aportando capacidad firme y reduciendo la intermitencia típica de otras tecnologías solares.
Esta configuración, que difiere de la fotovoltaica, añade almacenamiento integrado y ofrece una salida más estable, lo que favorece la operación del sistema eléctrico y la gestión de la demanda nocturna sin recurrir a generación fósil.
Impacto en la transición energética y la red
Con estas instalaciones, el Gobierno busca descarbonizar la generación en la región, desplazando combustóleo, diésel y gas. La ubicación en Baja California Sur aprovechará un recurso solar abundante y ayudará a incrementar la confiabilidad de una red históricamente aislada y sometida a fuertes variaciones estacionales por el turismo.
Además de mejorar el suministro, el despliegue tecnológico impulsa la innovación y abre la puerta a nuevas cadenas de valor en el país, con la perspectiva de que en el futuro se puedan fabricar componentes asociados a la termosolar en territorio nacional.
Plazos, capacidades y siguientes hitos
Las autoridades estiman un periodo de 36 a 48 meses para materializar el proyecto, con una primera etapa de 100 MW instalados y operación prolongada diaria gracias al almacenamiento térmico. La coordinación interinstitucional ya trabaja en selección de sitios, estudios de impacto y conexión a la red para asegurar una integración eficiente.
Con cifras concretas de inversión, capacidad y calendario, las futuras plantas termosolares de CFE en Baja California Sur representan un paso práctico hacia energía limpia con respaldo, diseñado para cubrir la demanda local, aportar estabilidad al sistema y acelerar el cumplimiento de los objetivos de generación renovable del país.
