Las grandes tecnológicas, bajo la lupa europea por su insuficiente combate a la desinformación

Última actualización: 29/06/2025
Autor: Isaac
  • Plataformas como Google, Meta, Microsoft y TikTok no cumplen con los compromisos contra la desinformación según la UE.
  • Existen grandes carencias en transparencia, acceso a datos y medición del impacto real de sus acciones.
  • Las iniciativas implementadas hasta el momento se consideran mayoritariamente simbólicas y superficiales.
  • La integración del código de buenas prácticas a la Ley de Servicios Digitales aumentará la exigencia legal para las tecnológicas.

Desinformación en grandes tecnológicas

El mundo digital europeo enfrenta un desafío creciente: controlar la propagación de la desinformación en las plataformas tecnológicas de mayor alcance. Los esfuerzos desplegados por las grandes empresas del sector, como Google, Meta, Microsoft y TikTok, han sido calificados como insuficientes por los órganos de control y regulación de la Unión Europea, según los últimos análisis independientes.

Durante los primeros seis meses de 2024, el Observatorio Europeo de Medios Digitales (EDMO) evaluó el nivel de cumplimiento de las principales plataformas con los compromisos recogidos en el Código de Buenas Prácticas contra la Desinformación. Este código, que desde su firma en 2018 era voluntario, pasará a ser vinculante en julio bajo la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA). Sin embargo, los resultados del informe muestran que existe una brecha considerable entre las promesas asumidas por las tecnológicas y la puesta en práctica real de dichas obligaciones.

Dificultades en transparencia y acceso a información fiable

Informe sobre desinformación tecnológica

El estudio del EDMO advierte importantes carencias de transparencia y de acceso a datos útiles para medir el impacto de las iniciativas. A pesar de que el código establece medidas como la limitación de ingresos publicitarios junto a informaciones falsas, la utilización de etiquetas en contenidos engañosos o la apertura de datos a investigadores, en la práctica estas medidas no se implementan de forma clara ni están debidamente documentadas. Para entender mejor cómo enfrentan estas plataformas el problema, puedes consultar nuestro análisis sobre retos éticos en la era digital.

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Los informes de transparencia presentados por las plataformas no ofrecen detalles suficientes sobre cómo se combate la desinformación ni sobre los efectos reales de las herramientas desplegadas. Según los analistas, falta información elemental: números sobre cuántos usuarios ven o interactúan con avisos, etiquetas o verificaciones; el alcance real de los mensajes y su influencia en el comportamiento de los usuarios sigue siendo una incógnita.

Solamente en el caso de TikTok se ha considerado que existe un mínimo aceptable de apertura a los investigadores, aunque las dificultades y limitaciones para acceder a la base de datos Research API han sido calificadas como un impedimento grave para el análisis independiente. Google, Meta y Microsoft también ofrecen acceso a conjuntos de datos, pero imponen una serie de restricciones que, según los expertos, limitan el estudio riguroso de la desinformación en sus plataformas.

Proyectos simbólicos y sin indicadores medibles

Iniciativas contra la desinformación

Entre las acciones destacadas por las plataformas para combatir la desinformación se encuentran iniciativas como ‘We Think Digital’ de Meta, ‘Más sobre esta página’ de Google o colaboraciones con entidades verificadoras como NewsGuard. No obstante, el EDMO considera que estas medidas responden más a una estrategia de imagen que a un compromiso real, ya que no aportan cifras claras ni resultados cuantificables sobre su efectividad a la hora de frenar la expansión de bulos y noticias engañosas.

También se subraya que los paneles de verificación de hechos, etiquetas informativas y herramientas de integridad de contenidos implementadas por las grandes plataformas carecen de seguimiento evaluativo. No existen datos sobre el cambio de conducta de los usuarios ni sobre el alcance real de estas actuaciones. En definitiva, los expertos consideran que se trata de gestos mayoritariamente simbólicos y sin un impacto verificable.

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Asimismo, el informe alerta sobre la escasa inversión en alfabetización mediática, vital para que los usuarios sepan diferenciar entre información veraz y contenidos manipulados.

El futuro: de la voluntariedad a la exigencia legal

Normativa sobre desinformación en Europa

Con la inminente integración del Código de Buenas Prácticas en la Ley de Servicios Digitales, las grandes tecnológicas se verán obligadas a rendir cuentas con mayor rigor y a cumplir legalmente con los requisitos de transparencia, control y acceso a información. Para ampliar la información sobre la regulación europea, puedes visitar nuestro análisis en la política y la tecnología en Europa. Los expertos alertan de que, si no se produce un cambio de actitud y una aplicación estricta de las nuevas normas, el código podría quedarse en mero papel mojado, sin efecto real en la reducción de la desinformación que circula por internet.

La implantación de esta nueva regulación supone un punto de inflexión en la lucha contra la desinformación en las plataformas digitales. La presión está ahora en el tejado de las grandes tecnológicas, que deberán demostrar con resultados medibles que sus compromisos no son solo declaraciones de intenciones, sino acciones eficaces para frenar la expansión de contenidos falsos y manipuladores en la red. El futuro de la información fiable en Europa está más ligado que nunca a la responsabilidad y la transparencia del sector digital.

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