- España estrena la etiqueta tecnológica de la DGT para vehículos autónomos.
- Esta medida se enmarca dentro del Programa ES-AV y permite pruebas en escenarios reales.
- La etiqueta tiene un color rojo y función reguladora diferenciada de la etiqueta medioambiental.
- Se establecen tres fases de pruebas para evaluar y autorizar los ensayos de estos vehículos.
La llegada de la etiqueta tecnológica ha marcado un cambio significativo en las carreteras españolas en los últimos días. Esta nueva identificación para vehículos autónomos, lanzada por la DGT, no tiene relación con los distintivos medioambientales tradicionales, sino que responde a aspectos tecnológicos y de regulación. Su implementación permite que los vehículos con sistemas de conducción automatizada puedan circular y realizar pruebas en vías públicas, siempre bajo una estricta supervisión y regulación por parte de las autoridades.
Hasta ahora, era impensable ver coches sin conductor transitando por las vías públicas españolas. Sin embargo, el Programa Marco para Pruebas de Vehículos Automatizados (ES-AV) ha cambiado este escenario, estableciendo un marco normativo que sitúa a España a la par de países donde la tecnología autónoma ya forma parte del día a día, facilitando la prueba y despliegue de estos sistemas.
¿Qué es la etiqueta tecnológica de la DGT?
La etiqueta tecnológica ha sido diseñada específicamente para identificar a los vehículos autorizados en pruebas de automatización en la vía pública. Se diferencia de las etiquetas ecológicas tradicionales porque no tiene relación con el impacto ambiental, sino que responde a criterios tecnológicos y regulatorios. El distintivo, de color rojo, debe colocarse en un lugar visible del automóvil, preferiblemente en la parte inferior izquierda del parabrisas.
Esta medida afecta tanto a fabricantes nacionales como internacionales, permitiendo a compañías especializadas en tecnología autónoma, como Tesla y Waymo, realizar ensayos en España con la visibilidad de esta nueva señal. Según indicó el subdirector adjunto de vehículos de la DGT, Juan José Arriola, el objetivo es que el desarrollo de los sistemas autónomos sea seguro, transparente y beneficioso tanto para la industria como para los ciudadanos.
El Programa ES-AV y las fases de ensayo
Este programa introduce una estructura de pruebas por fases escalonadas, según el nivel de madurez de la tecnología autónoma. En la Fase 1, los ensayos se realizan en entornos controlados o cerrados, ideales para prototipos o sistemas en sus primeras etapas. En la Fase 2, las pruebas se llevan a cabo en condiciones más cercanas al tráfico real, aunque la tecnología aún esté en proceso de homologación.
La Fase 3 o pre-despliegue, permite a los vehículos participantes disponer de sistemas prácticamente listos para la comercialización o con homologaciones previas. Incluye modelos de producción y servicios piloto, como robotaxis, que están a punto de debutar oficialmente en el mercado.
Tras cada prueba, la DGT exige informes detallados que incluyen incidentes, resultados y otra información relevante. Estos informes, accesibles públicamente, garantizan la trazabilidad y el control exhaustivo del avance de las tecnologías probadas.
Un modelo alineado con Europa e innovación internacional
El nuevo sistema sustituye normativas anteriores y adapta la legislación española a las directrices de la Unión Europea, facilitando las pruebas transfronterizas. Esto permite que los ensayos de vehículos autónomos puedan realizarse en varios países si así se decide. Además, se ha creado la Oficina para la Facilitación de Pruebas de Vehículos Automatizados (OFVA), que centraliza las gestiones y peticiones, actuando como ventanilla única para empresas y fabricantes interesados en participar.
Este proceso posiciona a España como un referente en Europa en el área del desarrollo y prueba de soluciones de movilidad inteligente. La implementación del distintivo también simplifica la labor de las autoridades, permitiendo una rápida identificación y garantizando el cumplimiento de los requisitos de seguridad y transparencia a nivel internacional.
Con el inicio del Programa ES-AV y la introducción de la etiqueta tecnológica, España abre la puerta a la conducción autónoma de manera controlada. Esto asegura que cada avance se realice bajo una supervisión exhaustiva, beneficiando a las empresas tecnológicas, a la industria y a la ciudadanía en general.