- IoT, IA y gemelos digitales mejoran la gestión turística con análisis predictivo y control de flujos.
- En agua y energía, sensores y conectividad gestionada reducen fugas y consumo con automatización en tiempo real.
- Nuevos chips IoT con UHF RFID y casos en logística militar impulsan la trazabilidad y la eficiencia.
- La ciberseguridad gana peso: contraseñas robustas, actualizaciones y 2FA son esenciales.
La madurez del Internet de las Cosas empieza a notarse en sectores muy distintos, desde el turismo hasta la gestión del agua y la logística. Con el apoyo de la inteligencia artificial y los gemelos digitales, los operadores pueden simular escenarios, anticipar incidencias y tomar decisiones más finas, algo que hasta hace poco sonaba a ciencia ficción.
El denominador común es la eficiencia: sensores conectados, plataformas de análisis y conectividad robusta permiten recortar costes, mejorar la experiencia de usuario y avanzar en sostenibilidad. A ello se suman novedades de hardware IoT, plataformas energéticas para edificios y casos reales que van de instalaciones deportivas a cadenas de suministro críticas, con la seguridad como prioridad transversal.
Turismo y ciudad inteligente: del dato al servicio
El sector turístico acelera su digitalización con la integración de IoT, IA y Big Data para planificar mejor los destinos, ajustar la capacidad y evitar la masificación. Iniciativas empresariales subrayan que un uso responsable del dato posibilita gestión predictiva, horarios más eficientes, mantenimiento proactivo y experiencias personalizadas, beneficiando tanto a residentes como a visitantes.
En paralelo, proyectos urbanos como Songdo o Singapur y propuestas como Masdar City, Smart Forest City o BiodiverCity exploran alumbrado adaptativo, movilidad conectada y monitorización ambiental en tiempo real. La conectividad de dispositivos distribuidos en la vía pública y edificios abre la puerta a ajustar servicios con criterios de calidad de vida y sostenibilidad.
Agua y energía: sensores, automatización y conectividad gestionada
La presión sobre los sistemas hídricos obliga a modernizar infraestructuras. La digitalización del agua, con redes de sensores para presión, caudal y calidad, facilita detección temprana de fugas, ajustes automáticos y una operación más transparente. Esta capacidad de ver el sistema en tiempo real reduce costes, pérdidas y consumo energético.
La conectividad es un factor estratégico: en entornos subterráneos o rurales, una cobertura multioperador con gestión centralizada asegura que los datos fluyan sin cortes. Voces del sector apuntan que garantizar enlaces fiables evita demoras en la alerta de incidentes y habilita la escalabilidad de proyectos que, de otro modo, quedarían limitados por la red.
Casos prácticos abundan: una red urbana con sensores IoT puede disparar avisos ante caídas anómalas de presión; en agricultura, sondas de humedad y estaciones meteorológicas ajustan el riego automáticamente; en potabilizadoras, variables como pH o turbidez optimizan el tratamiento y el encendido de bombas se coordina a distancia para acortar tiempos de respuesta.
En edificios corporativos, soluciones como plataformas de gestión energética con IA aprenden patrones de uso, cruzan variables (ocupación, temperatura exterior o tarifas) y actúan sobre climatización para mejorar el rendimiento. Un enfoque destacado opera offline con servidores locales, incorpora precalentamiento o preenfriamiento inteligente y ha reportado ahorros aproximados del 9,5% y hasta el 10,3% en picos tarifarios; incluso cadenas como SmartFit ya lo aplican en varias sedes de la región.
Industria y logística conectada: nuevo chip y despliegues en defensa
En el frente del hardware, Qualcomm ha anunciado el Dragonwing Q-6690, un procesador para IoT empresarial que integra de forma nativa UHF RFID, simplificando diseños y elevando el rendimiento de lectura. La plataforma ofrece 5G, Wi‑Fi 7, Bluetooth 6.0 y ultra banda ancha, admite múltiples formatos (desde wearables reforzados a POS o quioscos) y permite funciones configurables por software con actualizaciones inalámbricas. Fabricantes como Zebra, Honeywell, Urovo, HMD Secure y CipherLab ya trabajan en productos comerciales basados en este chip.
En logística militar, acuerdos recientes en Corea del Sur impulsan la adopción de dispositivos IoT para trazar envíos y condiciones de transporte (localización, temperatura, humedad o impactos), mientras la IA procesa los datos para emitir alertas predictivas y proteger activos. Esta integración de herramientas del ámbito privado se alinea con planes de transformación digital que buscan mayor eficiencia y sofisticación en la cadena de suministro de defensa.
Ciberseguridad IoT: riesgos conocidos y medidas de mínimo
La expansión de lo conectado amplía la superficie de ataque, y por eso la ciberseguridad de los fabricantes IoT es crítica: desde cámaras y routers hasta juguetes o electrodomésticos, todo dispositivo mal configurado puede ser puerta de entrada. Investigaciones han documentado filtraciones masivas (como el famoso oso de peluche de 2017), incidentes tan llamativos como el termómetro de una pecera usado para vulnerar un casino en Las Vegas y la botnet Mirai de 2016, que tumbó servicios de primer nivel.
Los vectores más habituales explotan claves por defecto y puertos abiertos, con fuerza bruta, denegaciones de servicio, interceptación de tráfico y despliegue de malware. Una vez comprometido, un equipo IoT puede servir de trampolín para moverse lateralmente por la red y ejecutar ataques masivos o robar datos sensibles.
- Cambiar contraseñas predeterminadas por claves únicas y complejas, y activar 2FA cuando exista.
- Aplicar actualizaciones y parches en cuanto estén disponibles (idealmente, en modo automático).
- Usar redes seguras con cifrado WPA3 o VPN, segmentando el tráfico de los dispositivos IoT.
- Deshabilitar servicios innecesarios y revisar periódicamente registros y accesos.
Capacidades y empleo: formación específica en 5G e IoT
La demanda de talento también se mueve: se ha abierto la inscripción a un curso gratuito en Jaén sobre programación para IoT, IA y smart city aplicables a entornos 5G. Con 150 horas (combinando sesiones presenciales y online), está orientado prioritariamente a personas desempleadas, no exige experiencia previa y busca capacitar en el desarrollo de dispositivos conectados y su integración en servicios urbanos.
Con casos que abarcan destinos turísticos, agua, energía y logística, y con nuevos procesadores, plataformas y pautas de seguridad ya disponibles, el IoT afianza su papel como columna vertebral de la operación moderna: más datos útiles, decisiones más rápidas y servicios más sostenibles, siempre que la conectividad y la ciberseguridad estén bien resueltas.
