- Hasta 192 núcleos y arquitectura Panther Cove para servidores de alto rendimiento
- Soporte de memoria DDR5 en variantes de 8 y 16 canales, con velocidades de hasta 12.800 MT/s
- Nueva plataforma Oak Stream y socket LGA 9324, compatibilidad con PCIe 6.0 y MRDIMM Gen 2
- Lanzamiento previsto para 2026, junto a aceleradores IA Jaguar Shores, rivalizando directamente con AMD EPYC Venice
La batalla por el liderazgo en los centros de datos se intensifica y Intel prepara su gran contraataque con los próximos procesadores Xeon Diamond Rapids. Estos chips, que serán el eje de la futura plataforma Oak Stream, prometen un salto significativo en potencia y capacidades, al incorporar hasta 192 núcleos de alto rendimiento y una arquitectura renovada, diseñada especialmente para grandes cargas de trabajo empresariales y entornos cloud.
Las filtraciones y avances publicados recientemente nos aportan una imagen bastante clara de lo que se avecina. Desde el tipo de memoria compatible, pasando por mejoras en computación para inteligencia artificial y nuevas soluciones de conectividad, los Xeon Diamond Rapids buscan plantar cara a la feroz competencia de AMD en el sector de servidores, donde la eficiencia y el coste por rendimiento son claves.
Especificaciones clave de Diamond Rapids: hasta 192 núcleos y una memoria sin precedentes

Uno de los aspectos más llamativos de la nueva familia es su configuración máxima de 192 núcleos basados en la arquitectura Panther Cove, repartidos en cuatro módulos de 48 núcleos. Este diseño modular se acompaña de variantes con dos tipos de configuración de memoria DDR5: modelos con ocho canales para escenarios de menor exigencia y los tope de gama con dieciséis canales, capaces de alcanzar un ancho de banda de más de 1,6 TB/s gracias a la utilización de módulos MRDIMM Gen 2 operando a velocidades de hasta 12.800 MT/s.
La potencia térmica estimada en la configuración más avanzada podría ser de hasta 500W por procesador, y en sistemas con cuatro sockets por placa, la demanda energética de un rack completo rondaría los 2000W, lo que implicará soluciones robustas de refrigeración y alimentación.
Nueva plataforma Oak Stream y soporte ampliado

La llegada de Diamond Rapids supondrá el debut de la plataforma Oak Stream, que incorpora el nuevo socket LGA 9324, esencial para dar cabida al elevado número de pines necesario debido a la mayor complejidad y número de canales de memoria y líneas PCIe. Estos procesadores ofrecerán compatibilidad con PCI Express 6.0, lo que los coloca a la vanguardia de la conectividad para dispositivos de almacenamiento ultrarrápidos, aceleradoras de IA y otras tarjetas de expansión críticas en el centro de datos moderno.
El diseño de chiplets permitirá distribuciones flexibles, con configuraciones de uno, dos o cuatro procesadores por sistema, alcanzando hasta 768 núcleos de computación en racks densos. Además, los nuevos canales PCIe 6.0 y opciones CXL mejorarán la comunicación con aceleradores externos y dispositivos de alto rendimiento.
Intel apuesta fuerte por la inteligencia artificial y las extensiones avanzadas
Diamond Rapids integrará importantes avances para workloads de inteligencia artificial y computación científica. Estas CPUs serán las primeras de Intel fabricadas en proceso 18A y estrenarán tecnologías como Advanced Performance Extensions (APX) para mejorar la eficiencia general y Advanced Matrix Extensions (AMX) de segunda generación, que optimiza la ejecución de cálculos matriciales presentes en algoritmos de machine learning.
Asimismo, soportarán de forma nativa nuevos formatos de datos de coma flotante como TF32 y FP8, empleados por marcas como NVIDIA y clave para acelerar inferencias en inteligencia artificial sin necesidad de tarjetas dedicadas. La finalidad es que los centros de datos puedan ejecutar tareas de IA básicas sobre CPUs, simplificando el hardware y mejorando la flexibilidad de sus sistemas.
Lanzamiento y competencia con AMD
Se espera que los Diamond Rapids lleguen en 2026, probablemente coincidiendo con la presentación de los aceleradores IA Jaguar Shores de Intel, para conformar una plataforma completa y adaptada a nuevas necesidades empresariales. La competencia será intensa, ya que AMD prepara sus CPUs EPYC Venice basados en Zen 6, con configuraciones de hasta 256 núcleos, lo que generará una renovada pugna en el segmento de servidores de alto rendimiento.
Por ahora, Intel no ha realizado una presentación oficial ni anunciado fechas definitivas sobre su estado de desarrollo, pero las filtraciones y especificaciones muestran que la compañía apuesta por un salto tecnológico de gran impacto, tanto a nivel de arquitectura como de integración de memoria, conectividad y capacidades de inteligencia artificial.
Los futuros procesadores Xeon Diamond Rapids buscan redefinir el rendimiento y la flexibilidad en los centros de datos, con un diseño modular y escalable, memorias ultrarrápidas y mejoras para IA y cargas especializadas. Aunque todavía falta para su lanzamiento, está claro que Intel ha puesto toda la carne en el asador para mantener su posición en la competencia tecnológica frente a AMD y otros rivales en el sector profesional.
