- Creación de un laboratorio especializado en evidencias digitales para apoyar la lucha contra el fraude laboral.
- Inversión de 28,5 millones en tecnología, algoritmos y cruce masivo de datos con apoyo de IA.
- Refuerzo de plantilla con 554 nuevas incorporaciones y más personal técnico y administrativo.
- Estrategia con 17 objetivos y mejora de la sede electrónica para una atención más ágil.
La Inspección de Trabajo y Seguridad Social pone en marcha un laboratorio de informática forense como pieza central de su nueva estrategia para intensificar la detección de fraudes y abusos laborales en el entorno digital. Con esta unidad, el organismo aspira a analizar sistemas y dispositivos de forma especializada, garantizando la obtención de pruebas con validez jurídica.
El plan incorpora un refuerzo notable de medios y una modernización tecnológica profunda: se prevé la llegada de 554 inspectores y subinspectores en el periodo 2025-2027, además de la ampliación del personal técnico y administrativo, y una inversión de 28,5 millones de euros para nuevas herramientas de análisis de datos, algoritmos y servicios electrónicos. La hoja de ruta se articula en dos ejes y 17 objetivos, con el foco puesto en eficacia, transparencia y un servicio público más cercano.
Laboratorio de informática forense: funciones y alcance
La nueva unidad estará especializada en la obtención, preservación y análisis de evidencias digitales relacionadas con el incumplimiento de la normativa laboral y de Seguridad Social. Entre sus cometidos se incluyen el examen de equipos, la lectura de soportes, la recuperación de información y el aseguramiento de la cadena de custodia para que los resultados sean plenamente utilizables.
El laboratorio aplicará técnicas forenses como la adquisición bit a bit, la reconstrucción de archivos eliminados, el análisis de metadatos y de registros (logs), así como la correlación de eventos y conexiones de red. Cuando esté permitido, se contemplarán procedimientos de captura remota de evidencias y la generación de informes técnicos comparables y repetibles.
Este trabajo se coordinará con los equipos inspectores sobre el terreno y, cuando proceda, con autoridades judiciales y cuerpos de seguridad. Un objetivo clave será estandarizar protocolos y buenas prácticas, incorporando formación específica y controles de calidad, además del cumplimiento estricto de la normativa de protección de datos y de los principios de necesidad y proporcionalidad.
Refuerzo de medios humanos y capacitación
Refuerzo técnico y humano desplegado.
Para sostener el despliegue técnico, la estrategia prevé la incorporación de 554 profesionales (inspectores y subinspectores de Empleo y Seguridad Social y de Seguridad y Salud Laboral) entre 2025 y 2027, distribuidos entre inspecciones provinciales y servicios centrales. Junto a ellos, se reforzarán perfiles técnicos y administrativos que darán soporte al laboratorio y a las nuevas herramientas.
El plan incluye más cualificación y especialización, con itinerarios formativos en informática forense, ciberseguridad y análisis de datos. Además, se tiene en cuenta la última Oferta Pública de Empleo (OPE) de 2025, que aporta 150 plazas dentro del total, y contempla programas de actualización continua para mantener al día metodologías y estándares.
En el capítulo de equipamiento, se prevé la adquisición de estaciones y software forense, kits móviles de recopilación de evidencias y sistemas seguros de almacenamiento y custodia. La inversión de 28,5 millones también permitirá renovar aplicaciones internas y mejorar la interoperabilidad con otras administraciones.
Algoritmos, Big Data e IA para detectar fraudes
La estrategia impulsa nuevas reglas algorítmicas en la Herramienta de Lucha contra el Fraude, apoyadas en el cruce masivo de datos y técnicas de inteligencia artificial. El objetivo es priorizar casos con más indicios, descubrir patrones de riesgo y orientar las actuaciones hacia ámbitos donde la detección manual resulta más compleja.
La Inspección ya utiliza el Big Data para identificar irregularidades en contratación temporal y fijos discontinuos, así como para verificar el cumplimiento salarial en colectivos sensibles. Con el nuevo impulso, estas capacidades se extenderán a escenarios como el teletrabajo prestado desde el exterior y la externalización digital, donde el análisis avanzado resulta clave para localizar contingencias.
En paralelo, el organismo modernizará sus servicios electrónicos con una nueva sede electrónica orientada a simplificar trámites y comunicación con la ciudadanía. El incremento del 43% en denuncias y comunicaciones entre 2021 y 2024 ha llevado a priorizar la estabilidad en el empleo, el tiempo de trabajo y las condiciones salariales dentro de un marco estratégico de dos ejes y 17 objetivos que combina actuaciones inspectoras y medidas organizativas.
Con la combinación de laboratorio forense, refuerzo de personal y herramientas analíticas, la Inspección de Trabajo ganará capacidad para descubrir y documentar fraudes con evidencias digitales, agilizar las investigaciones y responder a un mercado laboral cada vez más digitalizado sin perder de vista la protección de derechos y la calidad del empleo.
