- Mejorar la comunicación en emergencias es clave para salvar vidas y coordinar recursos.
- La implantación de sistemas alternativos como TETRA refuerza la resiliencia ante cortes de red.
- La formación y protocolos claros para responsables municipales son esenciales.
- Nuevas iniciativas buscan integrar a ciudadanos vulnerables y agilizar la transmisión de información vital.
La comunicación en emergencias se ha convertido en un pilar fundamental para abordar situaciones críticas de forma rápida y coordinada. Desde las instituciones públicas hasta los cuerpos de protección civil y los ciudadanos, contar con sistemas de información efectivos y bien gestionados marca la diferencia en la protección de vidas y bienes.
En los últimos años, diversos proyectos y estrategias han surgido con el fin de mejorar la transmisión de datos relevantes, garantizar la accesibilidad y reducir la vulnerabilidad de colectivos especialmente expuestos a riesgos. La experiencia reciente de fenómenos meteorológicos extremos y desastres naturales ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar los protocolos de comunicación y optimizar los flujos de información entre todos los agentes implicados.
Sistemas de comunicación alternativos: la apuesta por la resiliencia
Las limitaciones de las redes convencionales durante catástrofes, como apagones eléctricos o la caída de la telefonía móvil, han impulsado a organismos como la Generalitat Valenciana a evaluar la implantación de sistemas de comunicación alternativos. Entre las soluciones estudiadas destacan la Radiocomunicación Móvil Profesional (PMR) y la tecnología TETRA, que facilitan comunicaciones autónomas e independientes de las infraestructuras habituales.
Estos dispositivos, similares a los conocidos ‘walkie talkies’, permiten transmitir voz y datos incluso cuando se interrumpe la cobertura, asegurando así la coordinación entre hospitales, residencias, escuelas y centros de salud. El objetivo es garantizar una comunicación mínima operativa y robusta en cualquier escenario, reforzando la capacidad de respuesta y colaboración intercentros para colectivos vulnerables.
La hoja de ruta diseñada por la Conselleria contempla una evaluación de las mejores tecnologías disponibles, la planificación de protocolos de uso compartido, la formación específica para el personal involucrado y la realización de simulacros periódicos para asegurar la efectividad de los sistemas instalados. Además, se plantea la integración de la conectividad vía satélite como recurso adicional, todo ello enmarcado dentro del plan de recuperación tras emergencias graves.
Protocolos, formación y coordinación
El fortalecimiento de los protocolos de comunicación y la formación de responsables municipales constituye otro eje esencial. El Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón ha impulsado un programa de formación dirigido a alcaldes y alcaldesas para dotarles de recursos y conocimientos en la gestión de crisis desde el ámbito local.
Durante estas jornadas, se repasan las competencias establecidas en el Plan Territorial Municipal de Emergencias (PTME), asegurando que cada municipio disponga de directrices claras sobre cómo movilizar recursos, coordinarse con las diferentes administraciones y activar los canales de alerta necesarios en caso de emergencia.
El manejo de la red CoordCom de la Generalitat Valenciana, junto con el conocimiento de los equipos de comunicación específicos para emergencias, son elementos críticos en esta formación. El compromiso mostrado por los responsables municipales refuerza la preparación de las localidades ante riesgos y catástrofes, propiciando una respuesta rápida, coordinada y eficiente.
Innovaciones para la integración y la atención inclusiva
A nivel comunitario, proyectos como la “Carpeta Roja” en Mazarrón buscan mejorar la atención a colectivos con necesidades comunicativas especiales, especialmente entre los ciudadanos que no dominan el idioma local. Este sistema recoge información médica vital, directrices sobre mascotas o voluntades anticipadas, facilitando a los servicios de emergencia el acceso inmediato a datos importantes para la asistencia.
El proyecto, en su fase inicial, ya cuenta con varios cientos de usuarios, y se espera que se expanda a todo el municipio. La iniciativa promueve la inclusión y garantiza que todas las personas reciban la atención adecuada en caso de situación crítica, independientemente de barreras idiomáticas o culturales.
Simulacros y mejora continua
Instituciones como la Universidad de Alicante han implementado protocolos automatizados de comunicación en emergencias, sometiéndolos a pruebas de estrés para verificar su eficacia en caso de terremotos, inundaciones o episodios climáticos extremos. Estos protocolos contemplan distintas fases, mensajes específicos para cada situación y canales adaptados a toda la comunidad universitaria.
El desarrollo de simulacros masivos ha permitido analizar los procesos, medir los tiempos de reacción e identificar mejoras para optimizar la toma de decisiones y la transmisión de información, integrando tanto a responsables como a servicios técnicos y de comunicación.
El avance tecnológico y la capacitación continua se han convertido en factores determinantes para ofrecer una respuesta integral y reducir los tiempos de actuación ante cualquier emergencia.
La formación y uso de alertas masivas en situaciones críticas
La puesta en marcha de sistemas como Es Alert permite enviar mensajes de advertencia a la población a través del teléfono móvil en tiempo real. No obstante, la gestión apropiada de estas herramientas requiere que el personal encargado reciba capacitación específica y que existan protocolos claros sobre su uso, de modo que la información llegue de forma oportuna y no tras los hechos consumados.
La experiencia reciente ha demostrado la importancia de la formación periódica y del control sobre los procedimientos para generar, validar y distribuir alertas, así como la necesidad de contar con recursos humanos suficientes y bien preparados en los centros de coordinación de emergencias.
Lograr que las nuevas tecnologías y los procedimientos administrativos vayan de la mano es esencial para asegurar que las alertas sean eficaces y lleguen a todos los usuarios en el momento preciso.
La apuesta por la innovación, la formación continua y la inclusión en los sistemas de comunicación de emergencia resulta crucial para afrontar con éxito cualquier situación crítica, proporcionando mayor seguridad y confianza tanto a los profesionales como a la ciudadanía.