- Universidades españolas implementan herramientas interactivas para la enseñanza de la geografía digital.
- Los modelos digitales del terreno y simuladores 3D facilitan la comprensión de fenómenos geográficos.
- Aplicaciones prácticas en prevención de catástrofes y planificación territorial.
- La geografía digital se acerca también a institutos y colegios mediante proyectos educativos.
La transformación tecnológica está dejando una huella profunda en el ámbito educativo, especialmente en la enseñanza de la geografía digital. Cada vez es más habitual encontrar en las universidades españolas recursos interactivos y digitales que permiten a los estudiantes explorar el territorio de una forma completamente novedosa, mucho más visual y participativa que la tradicional.
En los últimos años, la incorporación de dispositivos como el Augmented Reality Sandbox —una caja de arena interactiva con sensores de profundidad y proyección en tiempo real— ha revolucionado la forma en que se imparten los contenidos geográficos. A través de esta tecnología, los alumnos pueden moldear con sus propias manos el terreno y observar en directo cómo evolucionan los mapas topográficos digitales, simulando fenómenos como el paso de cursos de agua, inundaciones o desplazamientos de fluidos sobre el relieve. Estas experiencias interactivas facilitan la comprensión de conceptos que, hasta ahora, resultaban especialmente abstractos en el aula.
No solo se trata de una herramienta para la universidad: la geografía digital se está llevando a las aulas de colegios e institutos para acercar estos conceptos de manera intuitiva a estudiantes más jóvenes. Manipular la arena, observar los cambios de color según la altitud y experimentar simulaciones en tiempo real transforma el aprendizaje en algo activo y memorable. Así, la educación ya no se limita a manuales y mapas en papel, sino que permite a los alumnos experimentar cómo el territorio responde ante diversas circunstancias.
Simulación, prevención y planificación: la geografía digital en acción
El potencial de estos recursos digitales va mucho más allá de lo didáctico. Los modelos digitales del terreno permiten simular catástrofes naturales como avenidas de agua, crecidas fluviales o erupciones volcánicas, ayudando tanto a comprender el pasado como a anticipar escenarios futuros. Esta capacidad de simular situaciones reales resulta de gran utilidad para la planificación territorial, la gestión de riesgos y la toma de decisiones urbanas.
Por ejemplo, gracias a estos sistemas es posible analizar de forma sencilla qué zonas son más vulnerables a una inundación o detectar cuáles serían las áreas seguras para construir. De este modo, el alumnado aprende a relacionar la geografía con los retos actuales de la sociedad, como la sostenibilidad, la protección ambiental o la adaptación al cambio climático.
La integración de otras tecnologías, como los drones y los sistemas de información geográfica, permite complementar el estudio del relieve y la cartografía con datos georreferenciados, imágenes aéreas y análisis espaciales avanzados. El objetivo es que la tecnología utilizada en investigación llegue también a la docencia y tenga un impacto práctico en el día a día de los estudiantes.