- Huawei busca posicionar sus chips de IA en Oriente Medio y Sudeste Asiático ante restricciones internacionales.
- La compañía ofrece el procesador Ascend 910B y acceso a su sistema CloudMatrix 384 a potenciales clientes.
- Los chips de Huawei compiten con Nvidia y AMD, aunque su tecnología aún va una generación detrás de los líderes estadounidenses según expertos.
- La producción de Huawei está limitada a 200.000 chips IA para 2025, insuficiente incluso para la demanda china.
Huawei ha centrado su estrategia internacional en la expansión de sus chips integrados con inteligencia artificial hacia nuevos mercados emergentes fuera de China. La firma asiática está intensificando sus esfuerzos por introducir su tecnología en Oriente Medio y el Sudeste Asiático, un movimiento que busca contrarrestar la fuerte presencia de competidores como Nvidia y AMD y responder a las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos.
En el contexto actual, marcado por las sanciones internacionales que limitan el acceso chino a tecnología estadounidense de última generación, Huawei ha optado por impulsar sus desarrollos propios en semiconductores para inteligencia artificial. Esta estrategia no solo busca suplir la demanda interna que no puede cubrirse con chips de otros países, sino también abrir oportunidades fuera de su territorio.
Oferta tecnológica: Ascend 910B y acceso remoto a CloudMatrix 384
Según fuentes citadas por medios internacionales, Huawei ha estado contactando con posibles compradores en países clave como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Tailandia. La compañía está presentando su chip Ascend 910B, una de sus principales apuestas para inteligencia artificial, con el objetivo de demostrar las capacidades técnicas de su hardware.
Hasta el momento, los acuerdos firmes no se han materializado, pero Huawei ha ofrecido a potenciales clientes muestras limitadas de estos procesadores, poniendo a disposición unas pocas miles de unidades. Junto a ello, la firma trata de atraer interés ofreciendo acceso remoto a CloudMatrix 384, un sistema de IA propio desarrollado con los chips más avanzados Ascend 910C. Sin embargo, debido a la limitada disponibilidad de este hardware de última generación, el acceso físico está restringido prioritariamente a empresas chinas.
Esta táctica comercial responde a dos objetivos: fortalecer la presencia en mercados donde Nvidia y AMD dominan, y aprovechar la incertidumbre geopolítica para ganar posiciones en regiones con potencial de crecimiento tecnológico.
Respuestas del mercado y limitaciones técnicas
La acogida en los países destinatarios ha sido desigual. Mientras que Arabia Saudí se muestra dispuesta a estudiar posibles acuerdos con Huawei, Emiratos Árabes Unidos no ha manifestado interés por estos productos, y la posición de Tailandia sigue siendo incierta. Estos mercados, hasta ahora, dependen principalmente de proveedores estadounidenses para sus infraestructuras de IA y la llegada de opciones alternativas genera curiosidad pero también cautela.
Desde Estados Unidos, las autoridades observan el avance de Huawei con atención, si bien destacan que los chips Ascend aún están una generación por debajo de los últimos lanzamientos de Nvidia en rendimiento y eficiencia. Esta opinión es compartida tanto por analistas independientes como por la propia compañía china, que reconoce la brecha tecnológica pero valora la estrategia como una vía para reducir la dependencia exterior en el medio plazo.
En cuanto a capacidad de producción, estimaciones de la Casa Blanca indican que Huawei podrá fabricar un máximo de 200.000 chips de IA en 2025. Esta cifra resulta insuficiente para cubrir las necesidades del mercado chino, que consume varios millones de unidades anualmente, y aún menos para atender la demanda internacional.
Impacto de las restricciones y el contexto competitivo
Las presiones regulatorias y las restricciones comerciales impuestas por administraciones estadounidenses han colocado a Huawei en una encrucijada. Por un lado, estas limitaciones han excluido a Nvidia prácticamente del mercado chino de centros de datos, dejando a la firma asiática como principal alternativa nacional. Por otro, el desafío de hacer que sus chips sean competitivos a escala global continúa siendo relevante, especialmente frente a la rapidez de innovación de los gigantes norteamericanos.
A pesar de las restricciones en Washington y la incertidumbre en algunos mercados, Huawei mantiene su apuesta internacional y sigue priorizando el suministro de sus chips IA más avanzados, los Ascend 910C. Su plan contempla una presencia progresiva en regiones donde la tecnología nacional todavía está en construcción y busca reducir la dependencia de proveedores extranjeros.
La guerra tecnológica entre Estados Unidos y China en el ámbito de la inteligencia artificial ha elevado la importancia de los semiconductores como activos estratégicos, tanto en aspectos comerciales como en políticas de seguridad internacional. El éxito de Huawei en nuevos mercados dependerá de su capacidad para acortar la brecha tecnológica y establecer alianzas sólidas fuera de China.
El escenario internacional de chips de IA sigue en constante cambio, con Huawei lanzando iniciativas para ganar terreno frente a los principales actores del sector. La reacción de los mercados beneficiados y la mejora continua de su tecnología serán determinantes para definir su alcance en esta competencia global.