- Tres modelos principales: Pixel 10, Pixel 10 Pro y Pixel 10 Pro XL, con diseño continuista, IP68 y Gorilla Glass Victus 2.
- Tensor G5 de TSMC: más potencia en IA (TPU +60%) y CPU (+34%), pantallas OLED con hasta 3.300 nits y 1-120 Hz en los Pro.
- Cámaras mejoradas: el Pixel 10 suma teleobjetivo 5x; los Pro alcanzan hasta 10x óptico y zoom digital de 100x, con vídeo 8K.
- Baterías mayores y PixelSnap: Qi2 magnético (15 W/25 W), 5G y Wi‑Fi 7 en Pro; desde 899 € y ventas desde el 28 de agosto.
Google ha presentado la nueva generación de sus teléfonos, una familia Pixel 10 centrada en pulir lo que ya funcionaba y reforzar los apartados clave sin giros dramáticos. La estrategia pasa por mantener el sello de identidad del diseño y apostar por más autonomía, cámaras mejor afinadas y un salto en potencia gracias al nuevo procesador.
Lejos de los grandes cambios estéticos de otras épocas, la serie busca consolidarse con un enfoque práctico: tres tamaños, más resistencia y siete años de soporte. La compañía también ha puesto el foco en la integración de la inteligencia artificial en tareas reales, desde la cámara hasta las llamadas, evitando florituras que no aporten en el día a día.
Modelos y diseño

La familia llega en tres variantes: Pixel 10, Pixel 10 Pro y Pixel 10 Pro XL. Los dos primeros montan pantallas de 6,3 pulgadas y el modelo XL crece hasta las 6,8 pulgadas, todos con formato 20:9 para un agarre cómodo incluso en los más compactos.
Se mantiene la inconfundible barra de cámaras, pero con una construcción más robusta: Gorilla Glass Victus 2 e IP68 para todo el catálogo. La biometría combina lector de huellas bajo la pantalla con reconocimiento facial; también vuelve el audio estéreo, con mejoras en claridad y volumen.
Google conserva su apuesta de largo recorrido en software: 7 años de actualizaciones de sistema y seguridad, además de los Pixel Drops con funciones que llegan de forma periódica. Entre los colores, los Pro incorporan un acabado Moonstone y el modelo base ofrece tonalidades más llamativas como azul eléctrico o verde lima.
Dentro de la misma familia también existe un plegable, el Pixel 10 Pro Fold, que la marca posiciona en la gama premium; en algunos mercados europeos se comercializará más tarde y no llegará a España en su primera oleada.
Pantallas y rendimiento con Tensor G5

Los Pro estrenan panel Super Actua Display OLED con resolución muy alta (hasta 486-495 ppp), frecuencia adaptativa de 1 a 120 Hz y picos de brillo de 3.300 nits. El Pixel 10 mantiene OLED con 60-120 Hz, brillo máximo de 3.000 nits y 422 ppp.
El salto de generación lo pone el Tensor G5 fabricado por TSMC, con mejoras notables donde más importa: la TPU para IA es hasta un 60% más potente y la CPU sube alrededor de un 34%. Se reduce el consumo y se incrementa la estabilidad, algo que se notará en tareas sostenidas y en el uso de modelos de IA locales como Gemini Nano.
En memoria, los Pixel 10 Pro vuelven con 16 GB de RAM, mientras que el Pixel 10 se queda en 12 GB. En almacenamiento, el Pro XL parte de 256 GB y escala hasta 1 TB; el Pro arranca en 128 GB y el Pixel 10 ofrece 128 o 256 GB.
Esta combinación de pantalla y SoC permite que Android 16 se mueva con soltura, y abre la puerta a funciones de IA en el propio dispositivo sin depender constantemente de la nube.
Cámaras y funciones de IA

El cambio más sonado llega al modelo base: el Pixel 10 añade un teleobjetivo 5x, dejando atrás la configuración de doble cámara. Su trío queda así: principal de 48 MP (con modo macro), ultra gran angular de 13 MP y tele de 10,8 MP; ofrece 5 aumentos ópticos y promete mantener buena calidad hasta 10x con ayuda del procesado.
En los Pro, el sistema renueva sensores sin perder identidad: principal de 50 MP, ultra gran angular de 48 MP y tele de 50 MP con periscopio y estabilización mejorada. El zoom digital, bajo el nombre Super Pro Res Zoom, alcanza hasta 100 aumentos. En vídeo, el Pixel 10 graba en 4K a 60 fps, mientras que los Pro suben a 8K a 30 fps.
Para selfies, el Pixel 10 integra un sensor de 10,5 MP con 95º de campo de visión; en los Pro aumenta el campo hasta 103º y la resolución llega a 48 MP. La idea, en todos los casos, es equilibrar detalle, enfoque y tratamiento de texturas con menos ruido.
La inteligencia artificial también da un paso al frente: traducción simultánea de llamadas con voces que suenan naturales, nuevas herramientas de edición fotográfica como Magic Cue y un entrenador de encuadre (Camera Coach) que sugiere cómo componer antes de disparar. Gemini también estrena modos como Live y una app de notas asistidas, Pixel Journal.
Batería, carga, conectividad y disponibilidad

Las capacidades crecen en toda la gama: Pixel 10 ronda los 4.970 mAh, Pixel 10 Pro alcanza 4.870 mAh y el Pro XL sube hasta 5.220 mAh. Con cable, los Pixel 10 y 10 Pro recuperan en torno al 50% en 30 minutos; el Pro XL llega cerca del 70% en ese mismo tiempo (con cargador compatible).
Debuta el sistema magnético PixelSnap basado en Qi2: carga inalámbrica de 15 W en Pixel 10 y 10 Pro, y hasta 25 W en el Pro XL. El acople magnético mejora la eficiencia y abre la puerta a accesorios compatibles de terceros.
En conectividad, hay 5G en todos; el modelo básico incorpora Wi‑Fi 6E y los Pro saltan a Wi‑Fi 7. Google también asegura un audio más limpio y estable en llamadas, junto a filtrado de spam y protecciones frente a malware integradas en Android 16.
Los teléfonos ya están en preventas y llegarán a tienda el 28 de agosto. Precios recomendados: Pixel 10 desde 899 €, Pixel 10 Pro desde 1.099 € y Pixel 10 Pro XL desde 1.299 €. Quienes compren los modelos Pro obtendrán un año de Google AI Pro. En Europa los importes se mantienen homogéneos, y mercados como México se suman a la distribución oficial por primera vez.
Con esta generación, Google apuesta por una evolución coherente: misma filosofía de diseño, más autonomía y mejor IA donde realmente se nota. No es un giro de timón, pero sí un paso sólido para afianzar a los Pixel 10 entre las alternativas más completas del ecosistema Android.