- Android e iOS siguen dominando el mercado global de sistemas operativos móviles, con Android liderando en cuota y tráfico.
- La llegada de iOS 26 trae un rediseño completo y nuevas funciones de privacidad, control parental e inteligencia artificial.
- Surgen alternativas como LiberuxOS, un sistema español basado en Linux que prescinde de Android y apuesta por la privacidad y el software libre.
- Compatibilidad y soporte siguen marcando qué dispositivos quedan obsoletos y cuáles pueden acceder a las innovaciones más recientes.
El mundo de los sistemas operativos para móviles no deja de evolucionar, aunque sigue marcado por dos grandes protagonistas: Android y iOS. En los últimos años, estos ecosistemas se han consolidado como indiscutibles referentes en la industria de los smartphones, pero la escena está cambiando poco a poco, con nuevas propuestas y una constante presión por mejorar la privacidad, la personalización y el soporte a largo plazo.
La importancia de los teléfonos inteligentes en el tráfico web es ya irrefutable. Actualmente, cerca del 64% del tráfico mundial de internet se genera desde dispositivos móviles, una proporción que sigue creciendo trimestre tras trimestre. Este fenómeno se traduce en que casi siete de cada diez personas emplean su móvil como puerta de entrada principal a la red. Detrás de estos datos, Android acapara más del 72% de la actividad móvil, mientras iOS se hace con aproximadamente el 27%. Las alternativas como Linux, Tizen o KaiOS, aunque presentes, quedan relegadas a una cuota testimonial, por debajo incluso del 0,5%.
El dominio de Android se explica en buena medida por la variedad de dispositivos y precios, especialmente en mercados de gran volumen como India o China, donde la oferta de smartphones asequibles con conectividad 4G o 5G es amplia. Por su parte, iOS mantiene su fortaleza en regiones como Estados Unidos y Europa Occidental, impulsado por el efecto marca de Apple y la percepción de mayor seguridad o integración.
iOS 26: un salto en diseño, privacidad y control
El 2025 está marcado en el calendario de Apple con la llegada de iOS 26, una versión que supone uno de los mayores saltos visuales y funcionales en la historia reciente de la plataforma. Apple ha apostado por un nuevo lenguaje de diseño llamado Liquid Glass, inspirado en su ecosistema Vision Pro, que dota a los iconos, widgets y menús de una apariencia más moderna y adaptable, con efectos translúcidos y cambios de color según el fondo.
Entre las novedades más destacadas, se encuentra la mejora de los controles parentales y las funciones de privacidad. Ahora, los padres podrán establecer límites de comunicación para que los menores no contacten con desconocidos sin su autorización, recibiendo notificaciones antes de que se produzca cualquier nueva conversación fuera de la agenda de contactos. Además, las aplicaciones podrán categorizarse por franjas de edad y activar restricciones según el perfil del usuario, incrementando el control sobre qué tipo de contenidos o servicios están disponibles para los más jóvenes.
En el campo de la inteligencia artificial, iOS 26 amplía las posibilidades de personalización y automatización con la evolución de Apple Intelligence, ahora también abierta a desarrolladores de terceros. Aplicaciones como Teléfono, iMessage o Safari incorporan traducción automática de mensajes, detección avanzada de llamadas no deseadas y nuevas formas de interactuar con los contenidos gracias a atajos y recomendaciones inteligentes.
En cuanto a las actualizaciones y dispositivos compatibles, la política de soporte sigue la línea de Apple de los últimos años, aunque algunos modelos veteranos, como los iPhone XS, XS Max y XR, dejan de recibir las novedades principales y sólo tendrán parches de seguridad. El resto de la gama reciente, desde iPhone 12 hasta los últimos iPhone 16 y los futuros iPhone 17, podrán acceder a todas las funciones de iOS 26 con normalidad.
Android mantiene su fuerza, pero surgen nuevas alternativas
Android, por su parte, mantiene su hegemonía con una variedad enorme de dispositivos y fabricantes que aseguran su presencia global, desde modelos económicos hasta terminales de alta gama como los últimos Samsung Galaxy S25. La flexibilidad para personalizar la experiencia de usuario y la integración con los servicios de Google continúan siendo sus puntos fuertes, aunque persisten debates sobre la fragmentación y el ritmo desigual de actualizaciones.
A pesar de este dominio, surgen nuevas propuestas que buscan abrirse paso entre los gigantes del sector. Un ejemplo reciente es el Liberux NEXX, un móvil de origen español que llega con una apuesta radical: prescindir completamente de Android e instalar un sistema operativo propio basado en Debian Linux. Este terminal, impulsado por la startup Liberux, integra LiberuxOS y logra ejecutar aplicaciones de Android mediante soluciones como Waydroid, pero se centra sobre todo en la privacidad, la seguridad avanzada y el software libre.
El Liberux NEXX se presenta en distintas versiones, desde modelos básicos con 8 GB de RAM y conectividad 4G, hasta variantes premium con 32 GB de RAM, soporte para 5G y 512 GB de almacenamiento. Destaca la integración de botones físicos para acceso rápido a funciones como cámara o conectividad, algo poco habitual en la competencia. Sin embargo, los precios, que superan en varios casos los 1.000 euros, y la escasa popularidad de Linux en móviles siguen siendo desafíos importantes para la expansión de este tipo de dispositivos alternativos.
Actualizaciones y soporte: una barrera para millones de usuarios
Uno de los problemas recurrentes en el universo móvil es la falta de actualizaciones en dispositivos antiguos. Tanto en Android como en iOS, la imposibilidad de instalar nuevas versiones de sistema operativo supone, en la práctica, la obsolescencia de muchos terminales. Un ejemplo paradigmático es la reciente decisión de plataformas como Netflix de dejar de dar soporte a móviles que no pueden actualizar a Android 7.0 Nougat ni a iOS/iPadOS 17. Esto afecta a modelos tan populares como el Samsung Galaxy S5, LG G4, HTC One M8 o, en el caso de Apple, a iPhones anteriores a las últimas tres generaciones.
Esta dinámica obliga a muchos usuarios a renovar su dispositivo si desean acceder a las últimas aplicaciones y servicios. Aquellos que prefieren mantener sus terminales más allá del ciclo habitual deben recurrir a soluciones externas, como reproductores streaming compatibles, o asumir limitaciones en cuanto a funciones y seguridad.
Personalización, privacidad y accesibilidad como ejes de futuro
El pulso por conquistar a los usuarios no se basa únicamente en la potencia o en el número de aplicaciones disponibles, sino que la personalización, la protección de los datos personales y la accesibilidad han cobrado una importancia creciente. Tanto Android como iOS apuestan por mecanismos de gestión de permisos, control granular sobre las notificaciones y opciones integradas para personas con discapacidad visual o auditiva.
Mientras tanto, la presión normativa en Europa impulsa a los fabricantes a mejorar la accesibilidad y la transparencia tanto en el hardware como en las aplicaciones. Las últimas versiones de ambos sistemas operativos incluyen lectores de pantalla, ampliadores, ajustes de contraste y compatibilidad con dispositivos de asistencia, buscando que los smartphones sean herramientas inclusivas para todos los perfiles de usuario.
Ante este panorama, el sector de los sistemas operativos móviles mira hacia un futuro en el que la innovación vendrá tanto de las grandes marcas como de proyectos alternativos, con el objetivo de ofrecer mayor libertad, seguridad y adaptabilidad sin dejar a nadie atrás en el acceso digital.