- El proyecto Hyperloop ha logrado un nuevo récord en Suiza, recorriendo 11,8 km a escala reducida.
- La tecnología de levitación magnética y tubos al vacío permite alcanzar velocidades de hasta 488 km/h.
- El sistema aún enfrenta desafíos antes de implementarse a gran escala, pero promete transformar el transporte.
- La investigación continúa, con pruebas futuras en Europa y EE.UU. para desarrollar un sistema operativo completo.
Un nuevo avance en el mundo del transporte de alta velocidad está cada vez más cerca de cambiar la forma en la que nos movemos. Y es que el proyecto Hyperloop, que ha captado la atención global desde su propuesta inicial en 2013, acaba de marcar un nuevo récord en una de sus pruebas más importantes hasta la fecha. A través del proyecto LIMITLESS, desarrollado por la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza, se ha logrado completar la prueba más larga de toda la historia del Hyperloop.
Con esta prueba, el Hyperloop vuelve a despertar el entusiasmo sobre su promesa de ofrecer un medio de transporte ultrarrápido, capaz de llevarnos de una ciudad a otra en solo minutos. Aunque el proyecto se encuentra aún en fases experimentales, este logro reciente supone un paso importante hacia su implementación a gran escala.
El proyecto LIMITLESS: récord de distancia y velocidad
El hito ha sido registrado en las instalaciones de EPFL, con una cápsula de prueba que recorrió 11,8 kilómetros a través de un tubo al vacío. Si trasladamos este avance a una proporción real, equivale a una distancia de 141,6 kilómetros, lo que representa un gran avance en términos de lo que este sistema de transporte podría lograr en el futuro.
Además, aunque la prueba se realizó a una velocidad relativamente baja de 40,7 km/h debido a la escala reducida, a tamaño real y en condiciones óptimas, el Hyperloop tendría el potencial de alcanzar los 488 km/h. Incluso, los planes más ambiciosos siguen proyectando que en el futuro pueda llegar a velocidades de hasta 1.200 km/h, lo que revolucionaría por completo los desplazamientos.
Este récord sitúa al Hyperloop como una de las propuestas más serias para reimaginar la movilidad terrestre, aunque el camino hacia su comercialización sigue siendo complicado.
Un paso más hacia la realidad del Hyperloop
El concepto original del Hyperloop fue ideado por Elon Musk, quien lo presentó en 2013 como una opción de transporte que combinaría trenes magnéticos y tubos de vacío para reducir la fricción y el gasto energético. Desde entonces, varios países han mostrado interés en esta tecnología y universidades como la EPFL han estado probando sus aplicaciones en la práctica.
El proyecto LIMITLESS utiliza un modelo a escala 1:12, con un tubo de apenas 40 centímetros de diámetro y una pista circular de 125,6 metros. A través de 82 pruebas sucesivas, la cápsula fue probada en condiciones de casi vacío (50 milibares), lo que equilibra el entorno para simular las condiciones ideales del Hyperloop. En estas pruebas, se otorgó especial importancia a verificar la capacidad de la cápsula para recorrer trayectos largos y alcanzar velocidades significativas.
Para que el Hyperloop sea una realidad en nuestras ciudades, aún requiere un conjunto de infraestructuras específicas que permitan construir estos tubos de vacío en rutas de cientos de kilómetros. Además, se sigue perfeccionando el motor de inducción lineal, que es el encargado de propulsar las cápsulas con eficiencia energética.
Un futuro prometedor lleno de desafíos
A pesar de los desafíos, el Hyperloop sigue atrayendo inversiones y avances. La EPFL, junto a Swisspod Technologies, ha estado a la vanguardia de este tipo de desarrollo en Europa y ya ha anunciado que en los próximos años se realizarán nuevas pruebas con cápsulas más grandes. De hecho, se están considerando ensayos no solo en Europa, sino también en Estados Unidos para seguir potenciando esta tecnología.
Una de las promesas más atractivas del Hyperloop es su capacidad para reducir notablemente los tiempos de viaje. Haciendo una simulación de lo que podría ser un Hyperloop a escala real, un viaje entre Zaragoza (España) y Berlín (Alemania) podría completarse en tan solo dos horas. Si comparamos esto con lo que tardan los vuelos comerciales o los trenes tradicionales, el ahorro de tiempo sería exponencial.
No obstante, para que esta tecnología sea una opción viable a nivel global, será necesario superar otros obstáculos, como el coste de construcción de los tubos de vacío a lo largo de trayectos intercontinentales o la necesidad de seguir optimizando el uso energético del sistema.
También queda el reto de conseguir que el Hyperloop sea una opción económica no solo para los gobiernos que lo adopten, sino también para los usuarios. Los ingenieros a cargo del proyecto trabajan en encontrar una solución viable en términos de eficiencia y rentabilidad, lo que incluye el transporte de pasajeros, mercancías y otros servicios a gran velocidad.
El reciente récord del proyecto LIMITLESS reaviva la posibilidad de que en un futuro cercano podamos ver este tipo de transporte funcionando a gran escala. Con la investigación en marcha y el respaldo de instituciones de peso como la EPFL, el Hyperloop sigue perfilándose como una de las innovaciones tecnológicas más impactantes del siglo XXI.
Todo indica que, con avances como este, queda menos para que el Hyperloop no solo sea una realidad prometedora, sino también una alternativa práctica para la movilidad del futuro.