- Se han descubierto cinco planetas similares a Neptuno en el "desierto de los Neptunos", una región que se creía despoblada.
- Utilizando una técnica innovadora, los astrónomos validaron la presencia de estos planetas en estrellas enanas rojas.
- Los planetas, incluidos TOI-2768b y TOI-5319b, desafiaron las teorías actuales sobre la formación de planetas en áreas hostiles.
- Este hallazgo abre la puerta a nuevas investigaciones sobre la formación y evolución de planetas en esa región estelar.
En una sorprendente revelación, un equipo internacional de científicos ha descubierto cinco planetas similares a Neptuno en una región del espacio conocida como el «desierto de los Neptunos», una área teóricamente desprovista de planetas de este tipo. Este nuevo hallazgo, que ha sido publicado en la prestigiosa revista Astronomy & Astrophysics, desafía las teorías actuales sobre la formación y la distribución de los cuerpos celestes en el universo.
Lo que hace que estos planetas sean especiales es su ubicación. El «desierto de los Neptunos» es una región conocida por la escasez de planetas similares a Neptuno en órbitas cercanas a sus estrellas, lo cual ha representado un enigma para los astrónomos. Los planetas descubiertos orbitan enanas rojas, estrellas de baja masa y temperatura, un hecho que sin duda ha desafiado las presunciones hasta ahora sostenidas sobre la viabilidad de la formación planetaria en este tipo de entornos.
Una técnica innovadora para validar nuevos planetas
El hallazgo de estos planetas ha sido posible gracias a la utilización de una técnica avanzada conocida como fotometría de tránsitos multicolor, que permite observar el brillo de las estrellas a través de diferentes filtros de colores. Esta técnica ha demostrado ser fundamental para analizar las características de los planetas que orbitan enanas rojas. Los científicos utilizaron una combinación de observaciones desde telescopios terrestres, como el MuSCAT2 y el LCO-Sinistro, junto con datos del satélite TESS, una misión de la NASA orientada a la búsqueda de exoplanetas.
Entre los planetas descubiertos destacan especialmente TOI-2768b y TOI-5319b, los cuales están ubicados en pleno «desierto de los Neptunos», una región particularmente hostil debido a la radiación estelar que suelen recibir estos cuerpos celestes. Curiosamente, estos planetas han logrado mantener sus atmósferas, algo que contraviene la teoría sobre la pérdida de masa atmosférica que suelen experimentar los planetas en esta zona.
Los planetas validados por la misión TESS
Este descubrimiento forma parte de una investigación que buscaba validar las características de trece Objetos de Interés (TOIs) identificados previamente por la misión TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite), de la NASA. De esos trece candidatos, cinco fueron confirmados como planetas, entre los que se incluyen TOI-1883b, TOI-2274b, TOI-2768b, TOI-4438b y TOI-5319b. Estos planetas orbitan enanas rojas y, debido a su configuración, han podido ser detectados a pesar de que hasta el momento no había expectativas de encontrar cuerpos de este tipo en el «desierto de los Neptunos».
Las estrellas de tipo M, o enanas rojas, son especialmente importantes en este tipo de estudios debido a su baja temperatura y pequeño tamaño, lo que facilita la detección de planetas en su entorno. Las enanas rojas, al ser estrellas mucho más frías y menos masivas que el Sol, reducen el contraste en tamaño y brillo entre ellas mismas y los planetas que orbitan alrededor, lo que permite una observación más detallada.
El misterio del desierto de los Neptunos
El «desierto de los Neptunos» ha sido definido desde 2016 como una región espacial caracterizada por una escasez de planetas del tamaño de Neptuno. Diversos estudios sugieren que este desierto estaría «vacío» de planetas debido a fenómenos como la fotoevaporación, un proceso mediante el cual la radiación de alta energía de las estrellas anfitrionas provoca la pérdida de masa atmosférica de los planetas, dejándolos sin posibilidad de retener sus características originales.
Los planetas descubiertos, sin embargo, parecen romper con esta tendencia, ya que han logrado mantenerse en esta región hostil sin sufrir las consecuencias esperadas de la radiación estelar. Esto abre la puerta a futuras investigaciones que profundicen en los mecanismos que permiten la formación y la supervivencia de estos planetas en el «desierto de los Neptunos».
Este descubrimiento no solo replantea las teorías actuales sobre la distribución y formación de exoplanetas en el universo, sino que también ofrece valiosa información para entender cómo los planetas pueden existir en entornos que anteriormente se creían incompatibles con su desarrollo. Con cada nuevo hallazgo, la ciencia astronómica avanza en su comprensión del cosmos y, quién sabe, quizás estos cinco planetas sean solo el principio de un nuevo capítulo en la exploración espacial.
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