- China logra velocidades de transmisión cinco veces mayores que Starlink mediante tecnología láser desde satélites geoestacionarios.
- El desarrollo chino supera obstáculos críticos como la turbulencia atmosférica combinando óptica adaptativa y recepción por diversidad de modos.
- Starlink sigue liderando el número de satélites y la cobertura global, pero enfrenta una competencia creciente por parte de constelaciones chinas emergentes.
- China planea masivas redes satelitales, como Guowang y Qianfan, que buscan rivalizar e incluso superar la hegemonía de SpaceX en la conectividad global.

En los últimos meses, la competencia en el sector de las comunicaciones por satélite ha dado un salto notable, especialmente tras los avances logrados por equipos de científicos chinos frente a la tecnología Starlink, el sistema de internet satelital promovido por SpaceX y Elon Musk. La confrontación tecnológica y comercial por liderar la conectividad global se acentúa, y la innovación parece estar acelerando el ritmo de la rivalidad entre ambas potencias.
Mientras Starlink ha conseguido consolidarse como la constelación de satélites de órbita baja más extensa y operativa del mundo, países como China han presentado resultados experimentales que podrían anticipar una transformación radical en la manera en la que nos conectamos a internet desde cualquier punto del planeta. No solo se trata de superar límites técnicos, sino también de cómo las nuevas tecnologías pueden hacer tambalear el dominio de actores establecidos en la industria.
La revolución de la comunicación láser desde el espacio

El hito más reciente que ha despertado el interés internacional es la transmisión de datos a 1 gigabit por segundo (Gbps) desde un satélite geoestacionario chino situado a 36.705 kilómetros de la superficie terrestre. Esta velocidad, que multiplica por cinco el máximo alcanzado por los satélites Starlink en condiciones normales, ha sido posible gracias a una tecnología de láser de baja potencia (2 vatios, el equivalente a una vela).
Hasta la fecha, uno de los principales retos de la transmisión láser desde el espacio era la turbulencia atmosférica, que dispersa la luz y degrada la señal. Sin embargo, los investigadores chinos, liderados por Wu Jian y Liu Chao, han logrado superar esta barrera mediante una sinergia de óptica adaptativa y recepción por diversidad de modos. Esto implica corregir en tiempo real las distorsiones de la señal mediante microespejos y aprovechar múltiples canales para garantizar una comunicación más robusta y de alta calidad.
La óptica adaptativa usa espejos deformables para contrarrestar los efectos de la atmósfera, mientras que la recepción por diversidad de modos divide la señal en varios canales y combina aquellos que mantienen mejor la intensidad. Esta arquitectura híbrida ha demostrado reducir errores en la transmisión y elevar la tasa de éxito de la comunicación útil por encima del 90%, frente al 72% logrado con sistemas previos.
Starlink frente a la presión tecnológica y comercial de China

Aunque la constelación Starlink sigue siendo la mayor en funcionamiento, con más de 7.200 satélites desplegados en órbita terrestre baja (a menos de 550 kilómetros de altitud) y planes de alcanzar las 30.000 unidades en el futuro, las iniciativas chinas se perfilan como una amenaza real para su liderazgo. Las velocidades en España, con picos de hasta 339 Mbps en descargas y rangos entre 50 y 200 Mbps, están siendo superadas en laboratorio por las tecnologías experimentales de Pekín.
China no solo apuesta por la excelencia técnica, sino también por el volumen de satélites. Proyectos como la Constelación de las Mil Velas (Qianfan) prevén desplegar hasta 15.000 satélites, mientras que la red estatal Guowang apunta a 13.000, y proyectos privados como Honghu-3 podrían añadir otros 10.000. Además, ya han puesto en órbita decenas de satélites y continúan con una expansión internacional agresiva.
Este crecimiento hace que la órbita baja sea un espacio cada vez más concurrido y tecnológicamente avanzado, con modelos de satélites que pueden ser detectados visualmente en herramientas como Google Maps o Google Earth, facilitando la identificación de satélites de segunda generación con grandes paneles solares laterales.
Perspectivas y desafíos de la nueva era satelital
Por ahora, la tecnología láser china aún está en fase experimental y no se ofrece al público. Sin embargo, las velocidades teóricas alcanzadas sugieren que en un futuro cercano podrían posibilitar transferencias de archivos muy voluminosos, como una película en alta definición, en tan solo unos segundos. Este avance representa un reto directo a la posición de Starlink y pone a SpaceX a prueba para mantener su liderazgo mediante innovación constante.
Los expertos señalan que el despliegue de estas grandes constelaciones presenta obstáculos importantes, como la fiabilidad tecnológica (pues las tasas de error en sistemas chinos todavía superan el 10%), el desarrollo de cohetes reutilizables para reducir costos, y la carrera por la regulación para obtener derechos de frecuencia y gestión del espacio orbital frente a la competencia internacional.
Es importante destacar que, a medida que estas tecnologías avanzan, la conectividad global de alta velocidad y baja latencia será cada vez más accesible y competitiva, beneficiando a usuarios en todo el mundo. Sin embargo, el equilibrio de poder en el sector espacial continúa siendo incierto y dinámico, marcado por rápidos avances y nuevas propuestas.