- Zaporizhzhia ha sido objetivo de ataques con drones rusos, dejando heridos y daños materiales significativos.
- El OIEA investiga incidentes cercanos a la central nuclear, que han despertado preocupación internacional por la seguridad nuclear.
- El Ministerio de Defensa ruso asegura haber destruido bases de mercenarios y talleres de drones en la región, incrementando la tensión sobre la presencia extranjera en el conflicto.
- Las autoridades ucranianas piden apoyo internacional ante la escalada de ataques y los riesgos para la estabilidad y población local.
El reciente ataque con drones en la región de Zaporizhzhia ha vuelto a poner el foco internacional sobre la seguridad y la inestabilidad en el sur de Ucrania. Según datos oficiales, al menos diez personas han resultado heridas a raíz de la ofensiva aérea, una situación que ha despertado inquietud tanto en la población local como en la comunidad internacional. El jefe de la Administración Militar Regional, Ivan Fedorov, fue quien confirmó esta información a través de sus canales oficiales, subrayando la gravedad de los daños provocados por los vehículos aéreos no tripulados.
La escalada en el uso de drones en la región se produce en un contexto de constante tensión y cambio en las tácticas militares, con una presencia notable de tecnología avanzada en ambos bandos. Estos ataques han afectado no solo a zonas residenciales, sino también a infraestructuras clave que resultan vitales para el funcionamiento de la ciudad y la región.
Alarma por la seguridad nuclear en la central de Zaporizhzhia
Uno de los aspectos más preocupantes de los recientes incidentes es la proximidad de los ataques a la central nuclear de Zaporizhzhia, la mayor planta atómica de Europa y bajo control ruso desde 2022. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha manifestado su inquietud, investigando lo que denomina un «posible ataque inaceptable» con drones cerca del estanque de refrigeración de la central. Según los primeros informes, seis drones habrían alcanzado y dañado varios vehículos fuera del perímetro de seguridad, provocando incendios y la carbonización de vegetación en las inmediaciones.
Durante la inspección de la zona, los expertos del OIEA observaron los efectos materiales del ataque, aunque no pudieron acercarse lo suficiente para verificar con detalle todos los daños debido a restricciones de acceso. La distancia entre el punto de impacto y el reactor más cercano era de unos 600 metros, un margen que, aunque importante, no elimina del todo el riesgo de consecuencias graves en caso de repetirse situaciones similares.
El director del OIEA, Rafael Grossi, ha instado a ambas partes a extremar la cautela en la zona, señalando que «hay demasiados drones volando demasiado cerca de infraestructuras nucleares en Ucrania«, lo que podría derivar en una crisis de seguridad nuclear de alcance internacional.
Detalles de los ataques y respuesta militar
El Ministerio de Defensa ruso ha reconocido la autoría de varios ataques en Zaporizhzhia y otras regiones de Ucrania utilizando drones del tipo «Giran-2». En uno de los episodios más recientes, fue destruido un punto de despliegue temporal de mercenarios extranjeros situados en el denominado Centro Meridiano, en la zona de Zaporizhzhia. Además, en la localidad de Konotop (región de Sumy), se habrían atacado talleres dedicados a la producción de drones y sus componentes.
Las autoridades rusas mantienen la postura de que la presencia de mercenarios extranjeros en Ucrancia constituye un riesgo añadido, acusando al gobierno ucraniano de emplear a estos combatientes para reforzar sus posiciones. Por otro lado, el gobierno ucraniano insiste en que los ataques rusos con drones y artillería están afectando gravemente tanto a infraestructuras civiles como a la capacidad defensiva de la región.
El suministro eléctrico de la central nuclear de Zaporizhzhia se ha visto interrumpido varias veces debido a bombardeos, obligando al personal a activar generadores auxiliares para enfriar los reactores, lo que añade más incertidumbre a la ya delicada seguridad de la planta.
