- Numerosas especies animales muestran habilidades numéricas básicas, como contar y estimar cantidades simples.
- Investigaciones han revelado que primates, aves, peces e incluso insectos pueden identificar cantidades y tomar decisiones en función de ellas.
- Estudios actuales combinan inteligencia artificial y biología para entender y replicar el procesamiento numérico animal en robots.
- Las capacidades numéricas en la naturaleza cumplen un papel clave en la supervivencia, la protección frente a depredadores y la búsqueda eficiente de alimento.
Desde hace décadas, la ciencia ha indagado si los animales son capaces de utilizar conceptos matemáticos más allá de simples conductas instintivas. Aunque las matemáticas complejas siguen siendo patrimonio humano, diversos experimentos han dejado claro que muchas especies logran reconocer cantidades, sumar y comparar grupos de objetos en su entorno.
Esta capacidad no está limitada solo a mamíferos superiores: peces, aves, insectos y hasta algunas plantas carnívoras han mostrado mecanismos para «contar» o tomar decisiones basadas en el número de estímulos que reciben. Estas habilidades resultan cruciales para cuestiones tan diversas como evitar peligros, encontrar alimento o elegir un grupo en el que integrarse.
Primates y matemáticas básicas
En el mundo de los primates, varias especies destacan por su sentido numérico avanzado. Experimentos realizados con chimpancés han demostrado que estos animales pueden sumar cantidades sencillas, como decidir entre platos de comida con diferentes números de golosinas, escogiendo con gran frecuencia el conjunto con mayor cantidad. Del mismo modo, los macacos Rhesus han sido capaces de identificar rápidamente el número de objetos en una pantalla, llegando a resultados comparables a los de ciertos estudiantes universitarios.
Curiosamente, no solo procesan cantidades visuales: se ha comprobado que estos primates pueden relacionar señales sonoras repetidas con el número correspondiente de figuras que aparecen a la vista, mostrando una conexión entre diferentes tipos de estímulos numéricos.
Más allá de los mamíferos: aves, peces e insectos con sentido numérico
El sentido numérico tampoco es exclusivo de los mamíferos. Diversas aves, como los cuervos, han exhibido una notable capacidad para distinguir entre cero y otros números, e incluso se ha registrado una suerte de «línea numérica interna» en sus cerebros, similar al proceso observado en humanos. Otras aves como las palomas también muestran respuestas diferenciadas según la cantidad de elementos que perciben.
Los peces, como los guppies, tienden a incorporarse a grupos más numerosos para mejorar sus probabilidades de supervivencia, lo que sugiere que evaluúan y comparan tamaños de bancos de un solo vistazo. Investigaciones sobre polluelos han demostrado que, desde muy corta edad, algunas aves pueden identificar el conjunto de mayor cantidad, e incluso, pensar mentalmente en términos de secuencias de izquierda a derecha.
Por sorprendente que parezca, también los insectos como las abejas cuentan con rudimentos matemáticos: son capaces de reconocer y discriminar entre diferentes cantidades de marcas en el suelo, recordar su número y adaptar sus rutas de vuelo en consecuencia.
Mecanismos cerebrales: cómo procesan los animales los números
Desde el punto de vista neurológico, las bases de esta habilidad se hallan en regiones específicas del cerebro. En primates, la corteza parietal y el lóbulo prefrontal muestran actividad particular cuando distinguen entre cantidades, lo que sugiere la existencia de neuronas selectivas para el procesamiento numérico. Las aves, por su parte, utilizan una estructura cerebral conocida como nidopallium caudolaterale, equivalente funcional al área dedicada en humanos y otros primates.
Estos hallazgos evidencian que la aptitud de estimar cantidades no depende únicamente del lenguaje simbólico, sino que se basa en circuitos neuronales especializados presentes en diferentes especies a lo largo de la evolución.
Innovación tecnológica: inteligencia artificial inspirada en el cerebro animal
La tecnología actual está aprovechando estas observaciones para avanzar en inteligencia artificial y robótica. Al estudiar el modo en que los cerebros de insectos y aves procesan información numérica, los científicos han desarrollado modelos de redes neuronales que imitan estos mecanismos, permitiendo a los robots realizar estimaciones sencillas o clasificaciones basadas en cantidades.
Un ejemplo destacado es el uso de redes neuronales de disparo, que reflejan el funcionamiento de sistemas nerviosos reales y han permitido crear drones autónomos inspirados en la percepción visual animal. Los llamados “hybrots”, robots controlados por redes de neuronas vivas cultivadas en laboratorio, representan una frontera en la que biología y tecnología se encuentran, abriendo la puerta a entender cómo la cognición animal puede traspasarse a mundos artificiales.
El papel evolutivo de las matemáticas en la naturaleza
Contar o discriminar cantidades no es solo una curiosidad científica, sino una herramienta fundamental para la supervivencia. Muchos animales emplean habilidades numéricas para elegir los mejores recursos, identificar riesgos o tomar decisiones estratégicas en situaciones como la defensa del territorio o el cortejo.
Por ejemplo, leones y otros grandes mamíferos valoran cuántos miembros hay en el grupo rival antes de decidir si enfrentarse o retirarse, mientras que aves y primates evalúan la cantidad de comida antes de desplazarse o competir. Esta capacidad también se observa en la reproducción: en algunas especies, las hembras escogen pareja atendiendo a la frecuencia con la que los machos emiten señales de cortejo, premiando así a los más persistentes.
Estas habilidades no se limitan a resolver ecuaciones, sino que facilitan la adaptación y supervivencia en entornos cambiantes gracias a una percepción numérica rudimentaria pero vital.