El Arcadismo en Portugal
Introducción
El Arcadismo es un movimiento literario importante para Portugal, que tuvo lugar entre 1737 y 1759. Esta corriente literaria se caracteriza por celebrar la vida rural de los campos portugueses, la naturaleza y la nostalgia a través de la poesía. El nombre deriva del nombre del grupo controvertido y erudito «Arcadia», formado en 1702 en Portugal.
Características
El Arcadismo portugués se caracteriza por:
- Poesía anacreóntica, es decir, la poesía centrada en la descripción de la naturaleza y la evocación de la nostalgia.
- Versos cortos y delicados, escritos con delicadeza y refinamiento.
- Uso frecuente de metáforas y comparaciones poéticas.
- Motivos pastoriles, idealizados y sentimentalistas.
Autores
Los autores más famosos del Arcadismo portugués son:
- António José Sarmento (1699-1753): es el más destacado de los poetas de esta época. Sus poemas son famosos por su laberíntica prosa, su descripción de la naturaleza, sus referencias a la cultura y la historia y su uso innovador de la poesía anacreóntica.
- Manuel Maria Barbosa du Bocage (1765-1805): es uno de los poetas más influyentes de la literatura portuguesa. Sus poemas tienen un carácter elegíaco, mientras que su poesía burlesca es famosa por su excesivo refinamiento y su uso de metáforas y alusiones.
- Basevi (1743-1785): es un poeta destacado por su uso de la poesía pastoral. Sus poemas destacan por su romance y su tratamiento de temas como la soledad, el amor y la muerte.
- António Feliciano de Castilho (1790-1853): es un poeta célebre por su profunda observación de la naturaleza y su profunda capacidad para describirla. Sus poesías se caracterizan por ser sencillas, con un uso modesto de metáforas y alusiones.
Conclusiones
En conclusión, el Arcadismo es una importante corriente literaria para Portugal, que se caracteriza por explorar y celebrar la vida rural, la naturaleza y la nostalgia. Algunos de los más importantes poetas de esta época son António José Sarmento, Manuel Maria Barbosa du Bocage, Basevi y António Feliciano de Castilho. Estos poetas tomaron la poesía anacreóntica y la transformaron en la literatura romántica que todos conocemos y amamos hoy en día.
Arcadismo en Portugal
El Arcadismo en Portugal fue un estilo literario ligado a los debates y prácticas de la Ilustración y una variación adaptada al contexto nacional. Desarrollada entre los años 1750s y 1820s, fue un movimiento de vanguardia artística cuyos principales objetivos eran la revalorización del clasicismo grecolatino, contacto con la perfección de los antiguos y la defensa de la moral católica.
Características del Arcadismo portugués
- Escritores: los poetas, los publicistas y los dramaturgos fueron los principales representantes del Arcadismo en Portugal.
- Enfoque: La predilección por los temas pastoriles, tratados con gran sensibilidad, fue una de las principales características del Arcadismo portugués.
- Lenguaje: La composición de todas las obras se caracterizó por la presencia de un lenguaje poético, lleno de analogías y de comparaciones, y por el uso del neologismo.
Ejemplo de obra Arcadista portuguesa
Uno de los mayores exponentes del Arcadismo portugués fue el poeta Tomás António Gonzaga. Él fue el principal delegado de la Ilustración portuguesa de su época y su poema épico «O Uraguai» es un eminente ejemplo de la estética Arcadista. El ejemplo de «O Uraguai» es una de las obras literarias más importantes de su generación.
Influencia del Arcadismo en Portugal
En la literatura, la beca eclesiástica fue uno de los principales impulsores del Arcadismo portugués, lo cual se reflejó en los principales temas tratados por los escritores como la religión. Esta influencia también se reflejó en la forma en que se trataban los temas socio-políticos, como el nacionalismo, el patriotismo y la rebelión, temas que se abordaron de manera más cautelosa que en otros movimientos literarios.
En la arquitectura y los artes, esta tendencia también se aprecia en la vuelta al estilo clásico y en la producción de obras cuyos principales objetivos eran la perfecta simetría y la armonía.
El Arcadismo también influyó en la pintura con la producción de obras caracterizadas por el predominio de los colores brillantes como el azul, el amarillo y el verde, colores que se emplearon para enfatizar los elementos clásicos.