- Anthropic y Google mantienen negociaciones para un acuerdo de nube valorado en decenas de miles de millones.
- El plan incluiría acceso a la infraestructura de Google Cloud y a sus TPU para cargas de IA.
- Las compañías no comentan; el pacto está en fase inicial y los términos podrían variar.
- Alphabet avanzó alrededor del 2,3% tras conocerse la noticia; Amazon, inversor de Anthropic, cedió cerca del 2%.
Anthropic mantiene conversaciones con Google para cerrar un gran acuerdo de servicios de computación en la nube que, según fuentes citadas por Bloomberg, se situaría en las decenas de miles de millones de dólares. La operación, aún sin compromisos firmes, pivotaría en torno a que la división cloud de Alphabet aporte capacidad de cómputo a gran escala a la startup de IA.
Ni Google ni Anthropic han ofrecido comentarios y las negociaciones estarían en una fase temprana, con opciones abiertas y detalles susceptibles de cambiar. Tras trascender la información, las acciones de Alphabet registraron una subida cercana al 2,3% en el mercado fuera de horario, según varios reportes.
Qué se está poniendo sobre la mesa
El borrador del acuerdo contempla que Google proporcione a Anthropic servicios de Google Cloud y acceso a sus TPU, chips diseñados para acelerar tareas de aprendizaje automático y entrenamientos de modelos de gran tamaño. Se trataría de un compromiso multianual con fuerte intensidad de cómputo, crucial para la evolución de los modelos de la compañía.
Google ya figura como inversionista y proveedor de nube de Anthropic, por lo que el pacto ampliaría una relación vigente y consolidaría el uso de la infraestructura de Alphabet en cargas de trabajo críticas de IA. Las partes, no obstante, declinaron hacer comentarios y recalcan que los términos siguen en discusión.
El movimiento tiene lecturas competitivas: Amazon también participa en el capital de Anthropic y le suministra infraestructura y chips específicos. En la estela de la noticia, Amazon retrocedió cerca del 2% en negociación ampliada, reflejando la sensibilidad del mercado ante el posible refuerzo de Google en este cliente estratégico.
Quién es Anthropic y por qué necesita más capacidad
Fundada en 2021 por antiguos empleados de OpenAI, Anthropic es conocida por su familia de modelos Claude, rivales directos de los GPT de OpenAI. Sus soluciones se han abierto paso en empresas que demandan asistentes avanzados, lo que eleva la presión para asegurar cómputo abundante y estable.
La compañía ha acelerado su financiación en el último año. Cerró una ronda de aproximadamente 13.000 millones de dólares liderada por Iconiq Capital —con Fidelity y Lightspeed como colíderes—, que elevó su valoración hasta alrededor de 183.000 millones incluyendo el capital captado. Además, mantuvo conversaciones preliminares con la firma de inversión MGX, con sede en Abu Dabi.
En paralelo, Google se comprometió previamente con unos 3.000 millones de dólares (2.000 millones en 2023 y 1.000 millones adicionales este año), mientras que Amazon anunció hasta 8.000 millones para impulsar la colaboración tecnológica. Anthropic es un cliente relevante de AWS y ha venido utilizando parte de su ecosistema de cómputo y chips de IA personalizados.
Implicaciones para la nube y el negocio
Para Google Cloud, un contrato de este calibre reforzaría su papel como proveedor clave de infraestructura para proyectos punteros de IA, además de dar tracción a su oferta de aceleradores (TPU) y a servicios gestionados de entrenamiento e inferencia. También podría traducirse en ingresos recurrentes de gran escala.
Para Anthropic, garantizar capacidad de cómputo predecible y masiva es un requisito para seguir escalando sus productos empresariales. De acuerdo con Reuters, la compañía aspira a más que duplicar —y potencialmente casi triplicar— su tasa de ingresos anualizados el próximo año y maneja un objetivo interno de 9.000 millones de dólares en ARR para finales de 2025.
El acuerdo plantea, asimismo, cuestiones de dependencia de proveedor y precios. Concentrar gran parte del cómputo en un único actor puede aportar eficiencias y menor latencia, pero también supone riesgos estratégicos en términos de negociación, resiliencia y diversificación de infraestructuras.
Qué esperar a corto plazo
Las conversaciones siguen abiertas y no hay plazos públicos ni términos definitivos. Cualquier avance podría llegar en fases —por volumen de cómputo, duración y regiones— y estará condicionado por la disponibilidad de chips, la demanda de clientes y la evolución del mercado de IA.
De materializarse, este pacto marcaría uno de los compromisos de cómputo más ambiciosos entre un gran proveedor de nube y una de las startups de IA más valoradas, con impacto potencial en precios, capacidad y velocidad de despliegue de nuevos modelos.
