Anadiplosis


Anadiplosis

Anadiplosis es un fenómeno lingüístico en el que una frase o la última palabra de una frase se repite al comienzo de la siguiente frase. Esta figura retórica se emplea con el objetivo de enfatizar la relación entre ambas o simplemente para darle mayor fuerza expresiva al uso del lenguaje.

Ejemplos

  • «Vamos, alegres sin temer nada vamos, hacia la dirección de la gloria.»
  • «No hay deber que nos abandone, no hay obstáculo que amenace.»

Esta figura retórica aparece en textos bíblicos, literatura clásica y textos más recientes. Sirve para unir ideas, para relacionar palabras sin usar nexos, para darle mayor énfasis, fluidez y profundidad a los textos, además de para mejorar la memoria de los oyentes y lectores.

«Vamos» es la palabra repitida usando la figura de anadiplosis y sirve en este caso para destacar la importancia de la idea de la acción que los impulsa a seguir su camino.

¿Qué es la Anadiplosis?

La anadiplosis es un dispositivo retórico que consiste en la repetición de la última palabra (o frase) de una oración en la primera palabra de la siguiente frase.

Ejemplos de Anadiplosis:

  • Éxito trae consigo la éxito.
  • Mundo para quien espera nacer al mundo.
  • Sentido de la vida que aquí nadie tiene sentido.

La anadiplosis siempre se usa para enfatizar una idea y como recurso literario para aportar ritmo a la composición.

Esta figura retórica insita en el lector a una mayor atención y promueve un estudio repetitivo de la composición que permite interpretarla desde varios ángulos.

Anadiplosis

La anadiplosis es una figura retórica que se caracteriza por el uso de una palabra o frase al comienzo y al final de una oración, párrafo o discurso.

Ejemplos de anadiplosis

  • «Naturaleza muerta, muerta naturaleza»

  • «Piensen luego actúen, actúen luego piensen»

  • «Sin café, no hay vida. ¡Vida sin café, no hay!»

Funciones de la anadiplosis

La repetición aporta melodía y armonía a la oración y a la vez se aprovecha la repetición como estrategia de enfoque para subrayar una idea y para anclar el contenido. Asimismo, se vale de esta figura para intensificar las emociones y enfatizar conceptos.

Su uso se extiende a todas las ubicaciones en las que pueda ser necesaria la repetición para reforzar la idea y para mantener una conexión entre segmentos dentro de un discurso.

Al repetir una o más palabras, el autor le da a la oración una mejor estructura y flow.

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