El accidente con cesio 137 en Goiânia
En septiembre de 1987, Goiânia, Brasil, se vio afectada por uno de los accidentes nuclear más graves de la historia. El cesio 137, un elemento altamente radioactivo, fue robado de un hospital local y luego desmantelado y vendido en el mercado negro.
¿Qué sucedió?
El cesio fue descubierto por un trabajador de chatarrería que lo adquirió para obtener un material blanco a partir del cual se fabricaban joyas falsas. El cesio fue llevado a la casa de dos compañeros de trabajo, quienes lo manipularon durante varios días, uno de ellos incluso consiguió un «collar» de alrededor de cien gramos de cesio. Sus casas fueron bañadas en radiación y varias de sus vecindades resultaron contaminadas debido a la dispersión general del cesio.
¿Por qué fue tan grave la situación?
El cesio 137 presenta una alta biotoxidad, la cual causa daños significativos al ser humano, especialmente cuando se encuentra cerca del córtex aural. La contaminación de la radiación afectó los edificios cercanos, contaminó a un mayor número de personas, incluyendo niños pequeños, los cuales estuvieron expuestos a la misma, provocando la aparición de graves enfermedades. Incluso 11 años después, la zona aún se encontraba contaminada.
Se estima que el accidente produjo 4.000 muertes, 4.000 casos de infertilidad y alrededor de 8.000 niños nacidos con malformaciones. El costo total del desastre fue estimado en más de US $ 1 mil millones. Cómo resultado del accidente, se crearon una serie de leyes y protocolos para minimizar el riesgo de una tragedia similar.
Consejos de seguridad para evitar que esto vuelva a suceder
- Restringir el acceso a materiales radiactivos a personal autorizado.
- Mantener los contadores Geiger en excelentes condiciones de operación para detectar posibles desechos radiactivos.
- Capacitación para los trabajadores responsables de manejar material radiactivo.
- Monitoreo constante de los niveles de radiación en todas las áreas.
A pesar de estos esfuerzos, el miedo al cesio 137 sigue siendo una preocupación significativa. La situación de Goiânia demuestra a las claras la devastación que el material radioactivo puede ocasionar si no se maneja y almacena correctamente.
Salvar vidas es el objetivo principal en casos como el de Goiânia, y con el uso adecuado de seguridad, información y supervisión, tal vez podamos detener y prevenir activos tales como el cesio 137 del mercado negro.
Accidente con Cesio 137 en Goiânia
¿Qué sucedió?
En septiembre del año 1987, el hospital goiano Vila São Carlos recibió una fuente radiactiva de cesio 137 para diagnóstico de un paciente. El equipo de medicina nuclear del hospital, al no poder utilizarla, la alquiló y habilitaron dos herramientas especializadas, un contador de Geiger y una plataforma de desecho para deshacerse del material. Sin embargo, ninguna de estas funciones se completaron correctamente.
Durante los dos meses siguientes, la fuente pasó inadvertida fuera del hospital, hasta que dos delincuentes la encontraron y decidieron sacarla el 13 de setiembre de 1987. Insignia del hospital en la que debería estar envuelto el cesio 137 estaba rota, por lo que los dos delincuentes comenzaron a repartirlo entre sí, quebrando su envoltura.
¿Por qué fue tan grave?
El cesio 137 es un material radioactivo altamente tóxico, pero que no produce un daño inmediato. Sin embargo, su acción interna produce cáncer, leucemia, defectos de nacimiento, entre muchas otras enfermedades que afectan la salud.
En Goiânia, durante los cinco meses posteriores al accidente, se realizaron aproximadamente 18.560 estudios de rayos x y/o exámenes de gammagrafía en las 1.926 personas que se vieron afectadas. Se estima que 4.000 personas directa o indirectamente estaban expuestas al cesio 137. Por tanto, el cesio 137 es un material radioactivo que se propagó fácilmente y produjo graves problemas para la salud tanto en la población como entre los trabajadores de desecho del material.
Conclusiones
– El cesio 137 es un material altamente tóxico y radiactivo que puede tener graves consecuencias.
– El incidente de Goiânia se produjo a causa de una mala manipulación, almacenamiento y desecho del material.
– Se estima que unas 4.000 personas estuvieron expuestas al cesio 137. Esta exposición puede tener consecuencias a largo plazo en la salud y en el entorno.
– Puesto que el cesio 137 puede ser fácilmente propagado, su uso ilegal en el mercado negro debería ser tenido en cuenta por las autoridades.
En conclusión, el accidente de Goiânia refuerza la necesidad de extremar la seguridad a la hora de manipular isótopos como el cesio 137. La vigilancia y el control siempre deben ser la prioridad, para prevenir cualquier tipo de incidente que pueda tener consecuencias graves para la salud y el medio ambiente.