3I/ATLAS, el cometa interestelar que intriga a Europa

Última actualización: 25/10/2025
Autor: Isaac
  • Anticola observada y posterior transición a una cola convencional, un comportamiento poco habitual pero coherente con dinámicas de polvo.
  • Perihelio el 29 de octubre y reaparición a finales de noviembre; será visible con telescopios desde España y el resto de Europa.
  • Seguimiento europeo: observaciones desde el Teide, ExoMars/Mars Express, y encuentros de JUICE y Juno en los próximos meses.
  • Composición dominada por CO2 con detección de agua; sin indicios de riesgo para la Tierra y trayectoria hiperbólica de salida.

Cometa 3I/ATLAS

El cometa interestelar 3I/ATLAS continúa acaparando la atención de la comunidad científica por su trayectoria y rasgos inesperados. Descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema ATLAS en Chile, es el tercer visitante de este tipo detectado en nuestro Sistema Solar tras 1I/‘Oumuamua y 2I/Borisov, y llega con características que podrían revelar materiales primitivos interestelares.

Desde Europa, con especial protagonismo de España, se han obtenido algunas de las imágenes más sugerentes: el Telescopio Gemelo del Teide captó la llamativa “anticola” de 3I/ATLAS, mientras equipos de la ESA y grupos universitarios analizan su evolución con prudencia, evitando conclusiones tajantes y poniendo el foco en evidencias revisables.

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Descubrimiento, tamaño y dinámica orbital

Cometa 3I/ATLAS en observación

3I/ATLAS fue identificado por ATLAS como un objeto de órbita hiperbólica, es decir, no está ligado gravitacionalmente al Sol y abandonará el Sistema Solar tras su paso. Las estimaciones más extendidas sitúan su diámetro en 5–11 km, lo que lo convertiría en el cometa interestelar de mayor tamaño observado hasta ahora, con una masa superior a 33.000 millones de toneladas según cálculos preliminares.

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Su velocidad de entrada ronda los 58 km/s (unos 210.000 km/h) y la trayectoria está alineada a pocos grados del plano de los planetas, un hecho llamativo pero compatible con una llegada fortuita. Hasta la fecha, no se aprecia aceleración no gravitacional significativa, algo que encaja con un núcleo relativamente masivo y chorros que no alteran de forma notable la órbita.

El cometa alcanzará el perihelio el 29 de octubre a unos 203 millones de kilómetros del Sol. Si su curso sigue dominado por la gravedad, el máximo acercamiento a la Tierra ocurrirá el 19 de diciembre a aproximadamente 269 millones de kilómetros, sin implicar riesgo alguno para nuestro planeta.

  • Descubrimiento: 1 de julio de 2025 (ATLAS, Chile).
  • Tamaño estimado: 5–11 km de diámetro.
  • Velocidad típica: ~58 km/s (≈210.000 km/h).
  • Distancias clave: perihelio a ~203 millones km; mínimo a la Tierra a ~269 millones km.
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Anticola, química y una actividad que evoluciona

Actividad del cometa 3I/ATLAS

Entre julio y agosto se registró una anticola (estructura elongada orientada hacia el Sol), observada, entre otros, desde el observatorio del Teide. En imágenes del 2 de agosto se aprecia un abanico de polvo y gas “mirando” al Sol, un patrón que puede explicarse por granos grandes distribuidos a lo largo de la órbita o efectos de perspectiva cuando la Tierra se alinea con el plano orbital.

Trabajos preliminares de David Jewitt y Jane Luu muestran que, en septiembre, 3I/ATLAS pasó de exhibir anticola a desarrollar una cola más convencional opuesta al Sol. Este cambio sugiere una evolución de la eyección de polvo y el tamaño de partículas con la distancia heliocéntrica, coherente con el comportamiento de cometas activos.

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En lo químico, datos espectroscópicos apuntan a que el dióxido de carbono (CO2) es uno de los principales motores de la actividad. Además, el observatorio Swift de la NASA detectó señales de radicales OH compatibles con la descomposición de agua, indicio de desgasificación hídrica del orden de decenas de kilos por segundo incluso a grandes distancias del Sol. Se han visto, asimismo, tonalidades verdosas en la coma, posiblemente ligadas a moléculas carbonáceas excitadas por la radiación.

Durante el acercamiento al Sol, el cometa habría perdido del orden de 2 millones de toneladas de material entre julio y octubre, todavía una fracción minúscula respecto a su masa total. Algunas mediciones preliminares señalan ratios químicas inusuales (como abundancia de níquel frente a hierro), cuestiones que la comunidad mantiene bajo revisión para discriminar entre rareza natural y sesgos observacionales.

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Calendario, observación desde Europa y misiones implicadas

Seguimiento del cometa 3I/ATLAS

El 21 de octubre, 3I/ATLAS entró en conjunción solar, quedando oculto tras el resplandor del Sol y fuera del alcance de telescopios terrestres. Si las condiciones evolucionan como se espera, volverá a ser observable a finales de noviembre en el cielo del amanecer, bajo sobre el horizonte este, previsiblemente con brillo en torno a magnitud 12–13 (observación con telescopio recomendable en España y el resto de Europa).

El 3 de octubre pasó cerca de Marte a ~0,19 UA (~28 millones de km), oportunidad que han aprovechado misiones europeas: ExoMars TGO y Mars Express detectaron una coma tenue, un hito relevante dada la distancia. También se programaron observaciones de HiRISE (MRO) en fechas próximas, cuyos resultados ayudarán a precisar la actividad a escala fina.

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De cara a las próximas semanas, JUICE (ESA) pasará a unos 64 millones de km de 3I/ATLAS el 4 de noviembre, y Juno (NASA) tendrá geometrías favorables en marzo de 2026 (~54 millones de km) para observaciones en ultravioleta, infrarrojo y radio. Esta coordinación internacional permitirá perfilar mejor la composición y el polvo expulsado en distintas longitudes de onda, y entender el origen de los sistemas planetarios.

En paralelo, un equipo de la Universidad de A Coruña ha reconstruido, con datos de Gaia (ESA), el viaje de 3I/ATLAS durante los últimos 10 millones de años, sin perturbaciones extremas, reforzando su valor como «cápsula del tiempo» para comparar la química de otros sistemas estelares con la del nuestro.

Aunque no faltan hipótesis alternativas —desde la idea de “semilla planetaria” que podría acelerar la formación de núcleos, hasta especulaciones sobre maniobras al amparo del efecto Oberth— la postura mayoritaria en la comunidad es cauta: con la evidencia disponible, 3I/ATLAS se comporta como un cometa natural y las próximas campañas de observación serán determinantes para resolver las dudas pendientes.

Con una combinación poco común de trayectoria, química y actividad, 3I/ATLAS ofrece a Europa y España un laboratorio celeste excepcional: tras el perihelio, nuevas mediciones desde tierra y desde misiones espaciales deberían aclarar cuánto hay de singular y cuánto de familiar en este mensajero interestelar.

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